La elección de un nuevo presidente libanés, condicionada por Siria y EE UU

La elección del nuevo presidente de Líbano tendrá lugar el próximo 18 de agosto, según anuncio ayer el presidente del Parlamento libanés, Husein Huseini, en el curso de una reunión extraordinaria de la Cámara. De todas formas, los libaneses siguen sin gran preocupación los preparativos que anteceden a esta fecha " crucial". Según los propios candidatos a la presidencia, la prensa y los comentaristas políticos de la zona, la designación de la Cámara estará condicionada por las decisiones de los Gobiernos de Estados Unidos y Siria.El noveno presidente de Líbano "independiente" será un cristiano maronita, según recoge el pacto nacional, acuerdo no estipulado en la Constitución de la República y firmado en 1943.

Huseini apeló ayer a la seguridad en el Parlamento. La cuestión del ejército libanés sigue pendiente. Hasta la fecha, no ha efectuado ningún comentario al respecto, pero según todos los indicios, estaría dispuesto a actuar con o sin la autorización del presidente para permitir un buen desarrollo de la elección. Mientras tanto, las Fuerzas Libanesas, milicia del sector cristiano de la capital, se hallan en estado de máxima alerta desde el pasado jueves, ante la posibilidad de una actuación de los hombres de Sulelman Frangie, ex presidente y candidato pro sirio en esta nueva elección.

El desacuerdo persiste entre las diferentes facciones del país que pretenden influir en las decisiones del Parlamento. Por un lado, Siria, que mantiene desplegados a 30.000 hombres en la zona musulmana de Líbano desde febrero de 1987 y sus aliados libaneses, y por otro, Estados Unidos, cuyo interés en Líbano está ante todo marcado por la vecindad con el Estado de Israel y la zona cristiana que trata de limitar la influencia de Damasco.