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El vicepresidente filipino, Laurel, pide la dimisión de Aquino, a quien acusa de corrupción e incompetencia

El vicepresidente de Filipinas, Salvador Laurel, de 59 años, ha desencadenado una guerra política abierta contra la presidenta Corazón Cory Aquino, a la que exige su dimisión y acusa de corrupción e incompetencia en el gobierno de la nación. La jefa del Estado ha decidido ignorar estas acusaciones, formuladas en una carta que le fue dirigida y que ayer hizo pública a la Prensa Laurel, en la que relata que, desde la toma del poder por Aquino, el país se hunde en "la anarquía y el desgobierno". La presidenta, en una imprevista conferencia de prensa, dijo que Laurel no le ha prestado ningún apoyo.

Laurel convocó a los agregados de prensa de las legaciones diplomáticas en Manila para revelar el contenido de la carta enviada a la jefa del Ejecutivo, a la que acusa de corrupción e incompetencía. Según el vicepresidente filipino, uno de los políticos más experimentados del archipiélago, el estado de la nación desde que Cory Aquino asumió el poder en febrero de 1986 "ha ido de mal en peor", convirtiéndose en un "refugio de asesinos y una guarida de ladrones". "Prometimos a nuestro pueblo moralidad y decencia en el Gobierno y ahora nos encontramos con lo opuesto", dijo Laurel, por lo que ha solicitado a Aquino la convocatoria de elecciones anticipadas "si considera que llegó la hora de hacer ese supremo sacrificio".Mientras Laurel exponía sus puntos de vista a la Prensa, la presidenta Aquino reunía en el palacio de Malacañang al cuerpo diplomático Y a numerosos medios de información para destacar que no le extrañaba la posición de su vicepresidente, de quien jamás había recibido el menor apoyo.

En los medios diplomáticos de esta capital era ya conocido el divorcio entre ambos políticos. En los mismos medios se estima ahora que Laurel ha querido hacer todavía más explícita su candidatura a la sucesión de Corazón Aquino, cuyo mandato termina en 1992. Laurel fue destituido como ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Cory Aquino a raíz de un intento golpista que perpetró el Coronel Gregorio Honasan en agosto del año pasado.

Según sus declaraciones, cargos de corrupción, violaciones de la Constitución y "otros importantes crímenes" han sido expuestos ante las puertas de la presidencia, incluida una acusación de "enjuiciamiento" que se encargó de mandar a los archivos el jefe de sus aliados en el Congreso, en una referencia al presidente de la Cámara, Ramón Mitra.

"Los últimos años en el poder del ex presidente Marcos no parecen ahora peores que sus dos primeros años en el Gobierno", matizó Laurel. Añadió que no dimitirá, a menos que Aquino haga lo mismo, pero se considera desde ahora un miembro de la oposición, para protestar por "la anarquía y el desgobierno en el país".

En cuanto a la situación del orden público en todo el archipiélago, Laurel acusó a la jefa del Ejecutivo de haber mentido durante su discurso sobre el estado de la nación cuando señaló que el Gobierno había roto la columna vertebral de la guerrilla comunista. "La realidad es muy distinta y la anarquía se ha extendido por todo el país".

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Influencia comunista

En este contexto, agregó que cuando el ex presidente Ferdinand Marcos fue derrocado, los rebeldes del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), el brazo armado del partido comunista, contaban con unos 16.500 hombres, cifra que ha aumentado en la actualidad a 25.200.

Laurel culpó a la presidenta Aquino de no haberle dado participación en las decisiones del Gobierno. Al mismo tiempo, negó que estuviera involucrado en anteriores conspiraciones golpistas para derrocar al Gobierno Aquino y dijo que desconocía el peligro de una nueva intentona.

Por otro lado, reveló un presunto pacto secreto antes de llegar al poder con Corazón Aquino, según el cual la jefa del Ejecutivo le entregaría la presidencia después de dos años de Gobierno, una vez concluida la transición. Laurel prestó a Aquino toda su organización política y convino en ser el número dos en el poder como medio de aglutinar un gran movimiento popular.

Poco después de que Laurel convocase a la Prensa, Corazón Aquino hizo también una convocatoria imprevista para anunciar la reducción de los precios de los carburantes a partir del próximo 18 de agosto y aprovechó la ocasión para acusar al vicepresidente Laurel de no haberla apoyado en los momentos críticos por los que atravesó la presidencia del país en los últimos dos años y medio. Aquino subrayó (que durante el intento golpista en el que estuvo involucrado el ex ministro de Defensa Juan Ponce Enrile, en noviembre de 1986, Salvador Laurel se encontraba "jugando al golf' mientras todo su Gabinete estaba reunido.

En la situación crítica del golpe que propició el coronel Gregorio Honasan, en agosto del último año, el más sangriento, con 53 muertos, "le pedí un comunicado de apoyo y hasta ahora no he oído ninguno. Creo que no debo ser culpada si su participación en las decisiones del poder ha sido próxima a cero", concluyó Aquino.

Algunos diplomáticos occidentales subrayan que la toma de posición de Laurel se produce en unos momentos muy delicados en la negociación filipino-norte americana sobre las bases de EE UU en el país asiático.

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