La paz, al alcance de la mano en Angola y el golfo Pérsico

La paz está al alcance de la mano en dos conflictos que hace apenas unos meses parecían irresolubles. Superados los obstáculos surgidos desde que Irán aceptó la resolución 598 del Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, fijaba anoche, para el próximo día 20, el alto el fuego en la guerra del Golfo. Horas antes, un cese efectivo de las hostilidades se anunciaba en el África austral, tras el acuerdo entre Angola, Cuba y Suráfrica, con la mediación de EE UU. El compromiso implica la retirada surafricana y cubana de Angola y el inicio del proceso hacia la independencia de Namibia.

Un millón de muertos ha costado la guerra entre Irán e Irak. Unos 60.000, la de Angola y Namibia. La primera se inició hace ocho años; la segunda, hace 13. En ambos casos habrá un largo y complejo proceso negociador hasta que la paz sea efectiva.El alto el fuego en el conflicto del sur de África entró en vigor a las cinco de la tarde de ayer (hora peninsular española). Antes del 1 de septiembre, las tropas surafricanas (unos 600) abandonarán Angola y se fijará un calendario concreto para que las cubanas (más de 40.000) regresen también a casa. El 1 de noviembre se iniciará el proceso que ha de conducir a la independencia de Namibia, territorio administrado por Pretoria pese a la oposición de la comunidad internacional. La única nota negativa fue la reacción del movimiento guerrillero angoleño Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), que, si bien reconoció que el acuerdo es positivo, aseguró que piensa seguir luchando contra el régimen marxista de Luanda.

En cuanto a la guerra del golfo Pérsico, el alto el fuego, fijado para las cinco de la madrugada (hora peninsular española) del próximo día 20, será seguido, tan sólo cinco días después, de la apertura de conversaciones directas entre representantes de Irán e Irak destinadas a conseguir una paz estable.

El compromiso ha surgido tras dos semanas de negociaciones que Pérez de Cuéllar ha mantenido, por separado, en la sede neoyorquina de las Naciones Unidas, con los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países contendientes.

Páginas 2 y 3 Editorial en la página 6

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