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Miseria sexual de las trabajadoras junto a la frontera de Hong Kong

La soledad afectiva y la "miseria sexual" de las jóvenes obreras de la región china de Shenzhen, en los polos de desarrollo que bordean a Hong Kong, es uno de los grandes problemas sociales que se plantean para una población femenina que constituye el 80% de la mano de obra en este área.Un amplio reportaje publicado por el Diario de la Juventud recoge las quejas de buena parte de las 250.000 mujeres que trabajan, la mayoría como asalariadas temporales, en la región, y a quienes se les niega el permiso de residencia permanente, indispensable para casarse y vivir de forma estable en esta zona.

Shenzhen es el escaparate de la apertura económica china, pese a lo cual, las jóvenes obreras que, procedentes de los alrededores, trabajan en las fábricas de esta región, viven en condiciones muy duras, en alojamientos donde conviven de seis a ocho mujeres, en los que son comunes la práctica de la homosexualidad o la prostitución.

Estos aspectos, unidos a la escasez de hombres -uno por cada 50 mujeres- dan como resultado una gran miseria afectiva y sexual entre esta población, según aborda el Diario de la Juventud, con una franqueza desconocida en la prensa china, habitualmente extremadamente pudorosa.

En este contexto, las relaciones sexuales prematrimoniales, están muy extendidas. Hasta el punto de que de 10.000 mujeres que trabajan en Shikou, cerca de Shenzhen, el número de embarazos antes del matrimonio ha pasado de 200 en 1984 a 800 el pasado año.

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