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Los despedidos por Gil, dispuestos a reclamar unos 1.000 millones de pesetas como indemnización

Los jugadores Arteche, Quique y Setién no llegaron ayer a un acuerdo con el Atlético de Madrid en el acto de conciliación que tuvo lugar en el Instituto de Mediación, Arbitraje y Conciliación (IMAC), por lo que sus reclamaciones por despido improcedente serán resueltas en Magistratura. Exigirán como indemnización unos 1.000 millones, que cubrirían, según contrato, lo que deberían pagar ellos para quedar en libertad: 500, en el caso de Arteche; 250, en el de Landáburu, y 120, en el de Setién, mientras que Quique, que no pactó ninguna, solicitará una cifra similar a la de sus compañeros.

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La AFE pretende que estos casos sienten jurisprudencia

El acto de conciliación correspondía a la demanda interpuesta por Arteche, Quique y Setién contra el Atlético de Madrid. El club, argumenta que no los ha despedido, sino que, simplemente, les ha abierto un expediente disciplinario, con suspensión indefinida de empleo y sueldo, a la espera de determinar cuál será la sanción definitiva. La tesis fue rechazada por la magistrada conciliadora, Marta Artazcoz, y presenta además importantes lagunas. El representante del club, Pedro Centeno, repetía ayer el argumento de que no hay despido, pero negaba la posibilidad de que los futbolistas volvieran a la disciplina del club. Según los abogados de éstos, se dan dos circunstancias ¡legales: el expediente que ha abierto el Atlético no existe corno procedimiento contra los jugadores y la suspensión de empleo y sueldo se hizo más de una semana antes de que se formularan los cargos.También ayer presentó una demanda Landáburu, ya que el club ha ignorado una cláusula de su contrato según la cual, al haber superado la cifra de 25 partidos oficiales la pasada temporada, tenía derecho a la renovación por otro año.

Tabaco y zapatos

Arteche y Setién recibieron el pasado miércoles los cargos que les imputaba el Atlético. Quique conocía desde fechas atrás que, según su club, "no rindió al nivel esperado la pasada temporada" y "había realizado manifestaciones contra la gestión del presidente de la entidad". Arteche supo el miércoles que "fuma mucho" y "vende zapatos", mientras que Setién se enteró de que "vive solo" y ello se nota "en su alimentación y en su forma de vestir". Setién también sabe ahora que "viaja demasiado a Santander" y que "acude mucho a discotecas y sale con mujeres". Quizá le queda alguna duda sobre lo que ha querido decir Gil con la expresión "de forma ostentórea". El diccionario no se la ha resuelto.Los argumentos del Atlético son considerados como "indefendibles" por los representantes de los jugadores. En concreto, Fernando Espinosa, el abogado de Arteche y Landáburu, cree que la idea de Gil es no concederles la carta de libertad, sino que tengan que negociarla si quieren fichar por otro club. El propio Gil ha confesado que piensa "agotar todos los recursos legales posibles", por lo que el caso se prolongaría durante dos años antes de dictarse sentencia firme. El proceso, sin embargo, podría resultar costosísimo para el Atlético, que, en caso de perder ante el Tribunal Central, debería pagar la cantidad estipulada en la ficha, los sueldos de la próxima temporada, la indemnización que se determine y otras cantidades en concepto de antigüedad, primas, etcétera.

Los jugadores han encajado con diferente ánimo el contencioso. Landáburu es el más templado y lo asume con mayor tranquilidad. Parece posible que cobre los 18,5 millones que le adeuda el club de la última temporada, ya que su caso es distinto al de sus compañeros. Mientras que a ellos se les retiene, según Gil, a cuenta, para reclamar daños y perjuicios, contra Landáburu no hay expediente, sino, a lo sumo, final del contrato. Quique, también por el tiempo que ha pasado, no parece inquieto. En definitiva, quedará libre al final de la próxima temporada.

Por el momento, Setién es el único que parece dispuesto a llegar a un acuerdo al margen de los tribunales. Siempre y cuando el Atlético le pague las cantidades que le retiene de la pasada temporada, aceptaría la carta de libertad para volver a jugar con el Rácing.

Posible descenso

Está, además, el detalle de que el Atlético, de no satisfacer las deudas pendientes con sus jugadores antes del 3 de agosto, podría bajar a la Segunda División al haber sido denunciado por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ante la Liga de Fútbol Profesional. El club pretende que no se tome esta decisión hasta que se pronuncie Magistratura y Gil ha anunciado que "acreditará lo que tenga que pagar".

El más enfadado entre los sancionados es Arteche. Tras recibir el pliego de cargos, acepta de muy mala gana comentarios en broma sobre los perjuicios del tabaco y se muestra dolido cada vez que recuerda que Gil le ha llamado "serpiente", "mala hierba", "pesetero..." y ha dicho que "malea a los jugadores".

También menciona con desgana que el año pasado era presentado por Gil como "modelo de amor a los colores del club" y que, si el día antes de la presentación hubiera aceptado su oferta -una reducción en la ficha de 22 a 12 millones y los 10 restantes divididos en cuatro plazos, que se entregarían cada cinco partidos jugados-, su afición al tabaco habría carecido de importancia, como las dos cajetillas diarias que el portugués Futre confiesa consuinir, y nadie se habría acordado de su negocio de zapatos.

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