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Coordinar las izquierdas alternativas del Estado

La existencia de una izquierda alternativa en España que, atendiendo a la realidad plurinacional del Estado, está organizativamente dispersa, preocupa al autor del artículo, quien propone una candidatura común ante las próximas elecciones europeas como un primer paso para la articulación de esta izquierda.

La plurinacionalidad del Estado español explica y condiciona la diversidad de fuerzas y plataformas de izquierdas alternativas hoy existentes. Izquierdas que tienen en común una visión plurinacional del Estado y una voluntad de transformación de la sociedad a pesar de sus diversas tradiciones y enfoques.Pero la plurinacionalidad también explica la dispersión de estas izquierdas. Y en este sentido se producen las dinámicas de enfrentamientos y recelos de la periferia versus el centro, o las dinámicas de un centro que quiere uniformizar la periferia. Ambas son rechazables y explican en buena medida la situación de dispersión en que se encuentran hoy las izquierdas alternativas en el Estado español.

Todos coincidimos en la necesaria coordinación de aquellas fuerzas. La necesaria -y, añadiría, posible- coordinación no es, sin embargo, un objetivo per se. Es necesario plantearse esta coordinación en función del objetivo político básico de desarrollar una política alternativa de izquierdas con una visión de Estado y, por tanto, plural. Un objetivo y una coordinación que sólo será posible sobre la base de la plurinacionalidad.

No tiene ningún sentido que aquellos que queremos construir una izquierda alternativa al PSOE nos encerremos cada uno en su concepción o territorio cuando existen problemas comunes derivados de la misma organización del Estado. También sería erróneo fomentar cualquier dinámica que ignorara las especificidades antes citadas.

Sobre la base de la igualdad, con el pleno respeto de la especificidad orgánica de cada uno, con una concepción confederal, sería necesario crear una comisión de coordinación que agrupara a Izquierda Unida (IU), a las fuerzas nacionalistas como Euskadiko Ezkerra, Esquerda Galega, PS de Mallorca, Entesa de Mallorca, Unitat del Poble Valencià y otras, y a plataformas políticas y sociales como Iniciativa per Catalunya.

Competencia electoral

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La propuesta global de Estado ha de ser la resultante de la coordinación igualitaria de las partes. En este sentido creo que IU, como se aprobó en el XII Congreso del PCE, no puede pretender integrar a toda la izquierda transformadora. No puede hacerlo ni por razones de concepción, ni por la existencia de otras fuerzas políticas y sociales, ni -y aún más importante- por la especificidad de las nacionalidades.

La comisión coordinadora debería ser un marco de referencia que permitiera la formulación de propuestas y políticas concretas para desarrollar el hoy llamado Estado de las autonomías en una perspectiva federal.

Una propuesta global que permitiría la superación de la hegemonía del españolismo (felipismo) y el desarme de los nacionalismos periféricos conservadores. Un marco de referencia para avanzar propuestas económicas y sociales dirigidas a la transformación de la sociedad.

Un marco para coordinar alternativas para la paz y la distensión o para elaborar un discurso integral sobre la problemática ecológica.

En esta perspectiva hay que abrir un proceso que en su desarrollo ha de contemplar la no competencia electoral entre las izquierdas alternativas, la estabilización de relaciones y la progresiva actuación común ante problemáticas comunes.

Ocasión europea

El avance hacia una federalización real del Estado es necesario que sea institucional, pero también, y en paralelo, debe producirse entre las organizaciones políticas.

Las próximas elecciones europeas podrían ser una magnífica ocasión para consolidar un proceso como el que proponemos. Nos unen ya unas mismas propuestas programáticas, y si alguien no lo ha hecho, invito a leer los programas presentados por Izquierda de los Pueblos o Izquierda Unida en las pasadas elecciones europeas -las diferencias son únicamente de matiz-; y nos une también el rechazo a la actual legislación electoral para las europeas, ya que ésta no respeta la plurinacionalídad.

Una candidatura que agrupara a todas aquellas izquierdas sería la demostración más clara de la voluntad de avanzar en esta dirección. La concreción de esta candidatura parece hoy muy difícil, pero los resultados obtenidos, salvadas las distancias, en los últimos tres años por Euskadiko Ezkerra en Euskadi, Convocatoria por Andalucía / Izquierda Unida en Andalucía o Iniciativa per Catalunya en Cataluña, demuestran la existencia de un espacio para la construcción de una izquierda alternativa de alcance estatal.

Pero no hay que confundir el objetivo de fondo -la coordinación de las izquierdas alternativas- con la contingencia de unas elecciones europeas previstas para el próximo año.

Avanzar hacia esa coordinación con una concepción confederal, respetando la independencia orgánica de cada uno, con unas relaciones iguafitarias, invitando a todos a participar en ella, a pesar de que inicialmente se producen autoexclusiones, es el mayor reto que hoy tienen planteadas las izquierdas alternativas del Estado español.

es secretario general del Partit Socialista Unificat de Catalunya.

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