Faltó emoción

Dávila / Martínez, Plaza, JoseNovillos de Sancho Dávila, justos de trapío, flojos y sosos. Alberto Martínez: oreja; palmas y salida al tercio. José María Plaza: vuelta; oreja. El Jose: oreja; vuelta.Plaza de Valencia, 24 de julio.

Segundo festejo de la feria de san Jaime.

La novillada de Sancho Dávila resultó descastada y sosa. No hubo emoción, a pesar de la decisión y de la voluntad que pusieron los novilleros, pues no tenían enemigo.

Alberto Martínez, en el que abría plaza,, con la franela, tras unos pases por alto, instrumentó una colorista faena por naturales, resultando trompicado en una ocasión. Al cuarto, que ofrecía cierto peligro por el lado derecho, no supo dominarlo, limitándose a dar pases sin encontrar la distancia.

José María Plaza recibió a su primero con unas pintureras verónicas. Como el novillo andaba con las fuerzas justas, después del castigo de varas, se le pusieron dos pares de banderillas pasando al último tercio flojo y soso. A pesar de ello, el matador anduvo cuidándole con un mimo extremado para evitar se le cayese más de la cuenta. El quinto, de mejor presencia que los anteriores, recibió un puyazo milagroso porque no produjo herida en el lomo del novillo, lo cual permitió a José María Plaza realizar una dominadora y completa faena demostrando oficio, así como el merecido puesto que ocupa en el escalafón. Al entrar a matar resultó aparatosamente cogido sin consecuencias.

El Jose impresionó con una larga cambiada que ejecutó al tercero de la tarde. Más tarde el varilarguero sorprendió también al acupuntar al astado sin manchar casi de sangre la puya. Ante tanta sorpresa, el diestro brindó a la clientela ofreciendo una lidia a cámara lenta y sin genio. A decir verdad, la res tampoco servía para más, así y todo todavía tuvo tiempo de torearlo rodilla en tierra. El último de la tarde, que renqueaba de los cuartos traseros, recibió un duro castigo en varas cayéndose continuamente. Pese a ello el diestro estuvo aseado y breve.

Hay que destacar el excelente par de banderillas de Felipe Flores al último novillo de la tarde, yendo a su encuentro muy torero y clavando bien.