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POLÉMICA EN LA RONDA FRANCESA

Criadillas de Perico al 'maillot' amarillo, nuevo plato segoviano

Cerca de 2.000 segovianos de la capital y la provincia asisten este fin de semana en París a la final del Tour con la ilusión de ver en directo la victoria de Pedro Delgado. Así, decenas de autocares salieron ayer de la ciudad. Miles de camisetas están siendo vendidas en los mercadillos con la fotografía de Delgado y una inscripción que dice: "La furia española". Por su parte, los restaurantes ofrecen menús especiales dedicados al ciclista, como es el caso de Cándido, el viejo mesonero mayor de Castilla, que aconseja al comensal un plato de criadillas de Pedro Delgado al maillot amarillo.Las calles de Segovia siguen quedándose vacías cuando la televisión retransmite la llegada de las etapas y no queda ningún escaparate, fachada de comercio o parabrisas de automóvil que no tenga una foto de Perico. La alegría porque, por fin, el paisano Delgado puede ganar el Tour invade esta pequeña ciudad histórica-artística castellana y ha desterrado totalmente la tensión y la preocupación vividas días atrás.

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En los establecimientos de hostelería, que es en los que más se exterioriza la admiración por el corredor de la tierra, se colocan las últimas pancartas y miembros del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) hacen pintadas por las calles para animar a Perico hasta los últimos momentos, al igual que ya lo hicieron por las carreteras francesas por donde ha transcurrido el Tour.

A base de cava

El cava, con el correspondiente brindis por Delgado es la bebida habitual en los bares todas las tardes, una vez que se comprueba que Delgado sigue luciendo la camiseta amarilla de líder. "Delgado, Segovia es tu novia", es la frase habitual que se rotula en las paredes.

En ningún momento los segovianos reaccionaron en contra de los franceses que visitaban la ciudad estos días, aunque se produjeron pequeños incidentes con un grupo de turistas de este país. Pero, según fuentes policiales, no se ha presentado ninguna denuncia.

En cualquier caso, y por precaución, el dueño de un turismo con matrícula francesa puso en su parabrisas un letrero en el que se leía: "Somos segovianos residentes en Francia". Con ello pretendía eludir algún posible daño que alguien demasiado enfadado causara al vehículo.

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