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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Papá, no vengas en tren...

Yo creía, inocentemente, que con tanto cambio también le había llegado el turno a la Renfe, pero en cuanto tengo necesidad de hacer uso de sus servicios descubro atónita que sigue como siempre, muy mal. Muy mal por la falta de limpieza, muy mal por los servicios complementarios que no da, my mal por el elevado número de accidentes que ponen en peligro nuestras vidas y muy mal por sus precios, que por todo lo dicho anteriormente resultan demasiado caros, por mucho que nos quieran hacer creer que son los más baratos de Europa.Sin más preámbulos paso a detallarle mi última experiencia con la citada compañía:. el pasado domingo fui a la estación de Huelva para recoger a un familiar que llegaba, procedente de Madrid, en el tren expreso cuya salida tenía lugar a las diez de la noche del día anterior, y cuya llegada está anunciada para las ocho de la mañana.

Madrugo, pues quiero llegar un poco antes -por si surge el milagro-, y a las 8.15, cuando llevaba media hora esperando, oigo por los altavoces que el tren al que espero llegará sobre las diez de la mañana.

Pregunto en información la causa del retraso y me indican -con una mueca- que ninguna específica; ante esto, me vuelvo a casa a esperar, ya que la estación no reúne condiciones para que nadie espere allí más de cinco minutos.

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Antes de salir de casa nuevamente llamo a la estación, y me dicen que el tren no llegará hasta las 10.30 -ya son dos horas y media de retraso-Cuando llego a la estación por segunda vez pregunto en información, y me dice el empleado que el tren trae un "poquito de retraso" y no llegará hasta las once menos cuarto; insisto en mi pregunta de las causas del retraso, y aún no sabe nada, ante lo que pienso que sigue siendo normal que los trenes en España lleguen con "un poquito de retraso". Mi indignación crece por momentos.

Salgo al andén a esperar la llegada del deseado tren expreso, ya con gran preocupación, por los sufridos viajeros que llevan más de 12 horas de viaje y, ¡al fin!, a las 11. 15 -con grandes aplausos por parte de quienes allí esperábamos- llega a la estación de Huelva el tren expreso el deseado, procedente de la capital de España, que ha tardado la friolera de 13 horas y 15 minutos en recorrer poco más de 600 kilómetros.

La cara de las personas que descendían del tren era todo un poema. ¡Vaya comienzo de vacaciones!

Y yo me pregunto: ¿es que no sabe la Renfe que el tiempo es oro? Señores, bastantes horas hemos perdido ya los españoles esperando la llegada del tren en las sucias y maltrechas estaciones de este país.

Ahora, de lo que se trata es de llegar a tiempo, a su hora; de lo contrario, seguiremos perdiendo demasiados trenes, ocasiones, que no volverán.

Papá, no vengas en tren... porfa- Concepción Martín Aguado

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