Viva la huelga
¡Viva la juerga! Los tan nombrados sindicatos obreros se han convertido en meros gestores de huelgas. De huelgas egoistas y de jaez corporativo. Seguramente disponen de una programación anual y en este momento mantienen aparcados a los funcionarios, por ejemplo, y les dicen: "Tenéis que esperar. Cuando los maestros obtengan lo suyo, entráis vosotros y pedís más sueldo porque disfrutáis de más horas de oficina. Además, ahora es la temporada de los de la Renfe y de los controladores aéreos, si no se nos ocurre alguna otra".Estas huelgas son "para mejorar el servicio", "por la dignidad profesional" o por otras zarandajas parecidas pero, en esencia, se reducen a pedir una parte mayor del exiguo pastel, y suelenir a parar en proclamar con aplomo: "El gobierno ofrece cuatro pero nosotros exigimos seis" y declaraciones así de generosas y dignas.
Tenemos un clero preconciliar, unas fuerzas annadas endogámicas, una administración de justicia que hay que sanear, unas cárceles hediondas, unosbancos riquísimos, demasiados analfabetos adultos y, dolorosamente, un paro creciente, pero ellos siguen con sus huelguitas mezquinas y gremiales que tan caras son para el país. No se les ocurren proyectos más amplios y solidarios. Les falta hacer la revolución francesa o, por lo menos, un bachillerato social que les proporcione ideas claras sobre la distribución de la riqueza, las relaciones entre el capital y el trabajo u otra forma de lucha más económica y eficaz.
La democracia no es sólo el derecho a holgar y a criticar al Gobierno, como medida de presión para solucionar problemas particulares. No somos un país rico; lo que hay es lo que hay y
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tenemos que repartirlo entre todos.- F. Hernández.
