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Expuestas en Londres las primeras obras de Cézanne

La primera obra de Paul Cézanne, un corpus en buena parte desconocido y completamente distinto a la imagen serena con que se asocia al creador, se expone por primera vez al público en la Royal Academy of Art de Londres hasta el 21 de agosto; posteriormente viajará a París y Washington. La exposición se abre con un autorretrato del artista a los 22 años y se cierra con otro a los 33, que actúan como hitos en la producción del pintor, al que Picasso siempre consideró como su maestro.

Cézanne: los primeros años (18591872) es un seguimiento minucioso de los experimentos técnicos, temáticos y formales del artista desde que apenas ha entrado en la veintena hasta que, ya sorprendentemente maduro, se introduce, a los 33 años, de la mano de Camille Pisarro, en una pintura dominada por el paisaje.El primer autorretrato, pintado a partir de una foto, compendia la obra de estos años. Cézanne se presenta en 1861 con aire diabólico y obsesivo, que acentúa con unos toques rojos en los lacrimales. Lo que sigue es un derroche de violencia y en ocasiones de tenebrismo que trascienden a un joven de familia acomodada -su padre era banquero- y esmerada educación clásica, que leía griego, escribía poemas en latín y admiraba a Wagner.

La pujante pasión se convierte unas veces en violentos golpes de óleo, como en la serie de retratos pintada en 1866, en los que la pintura adquiere casi estado tridimensional, y otras en escenas macabras, como en La autopsia o El asesinato.

Son lienzos los de estos primeros años en los que hay un obsesivo desbordamiento de la pasión sexual. Lot y sus hijas muestra sin ambages un encuentro incestuoso, mientras Tarde en Nápoles refleja la voluptuosidad de dos cuerpos entregados al placer en el tórrido calor mediterráneo. Una de las grandes obras de la época es El rapto, en la que confluyen la pasión carnal, el motivo mitológico, la experimentación formal y la figura de su amigo Emile Zola, para quien lo pintó.

Amistad y ruptura

Ambos habían establecido una estrecha amistad durante sus años de colegio, que duró hasta que en 1886 el escritor publicó L'oeuvre, una novela cuyo personaje central es un pintor en el que Cézanne se vio a sí mismo retratado sin conmiseración. La ruptura. entre ambos fue tan inmediata como dolorosa: a la muerte del novelista, 16 años más tarde, su amigo de tantos años se encerró a llorar hasta que se le secaron los ojos.Varios de estos primeros lienzos están asociados con el fundador del naturalismo literario. Cézanne pinta escenas en las que aparece el novelista, y escoge detalles de la casa del escritor corno motivos de sus lienzos, como, por ejemplo, en El reloj negro.

El autorretrato que se encuentra junto a la puerta de salida de la exposición es el de un Cézanne de mirada profunda pero sin la perversidad amenazante de años antes. El artista de Aix en Provence, prematuramente calvo, barba poderosa y cabellera incontrolada, aparece en el umbral de una madurez creadora que lo reconciliará con el mundo y que producirá una pintura centrada en el análisis de las formas en la naturaleza más que en el buceo de los fantasmas de la imaginación. La armonía está a punto de imponerse sobre la fantasía violenta y dar paso al Cézanne más conocido, radiante después de emerger de las cenizas de la abrasadora pasión que ahora se muestra en Londres, y más adelante se expondrá en París y Washington.

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