Caza de brujas

El presidente del tribunal, Enrique Ruiz Vadillo, intervino al finalizar el Juicio para expresar "el más profundo respeto a los jueces y fiscales que desempeñan sus funciones en Cataluña". Ruiz Vadillo insistió en que tanto él como el resto de los miembros de la sala tenían plena confianza en el trabajo de jueces y fiscales en juzgados y en la Audiencia de Barcelona.Con estas frases el tribunal quiso salir al paso a la interpretación que uno de los defensores hizo sobre unas manifestaciones del fiscal Cándido Conde Pumpido.

El fiscal dijo en la sesión precedente que en función de las irregularidades supuestamente cometidas por los dos magistrados procesados, titulares de los juzgados de primera instancia números 2 y 6 de Barcelona, entendía que el tribunal "tendría que valorar si insta al Consejo General del Poder Judicial para que revise el funcionamiento de los juzgados civiles de Barcelona en lo que respecta al derecho universal (quiebras y suspensiones de pagos)".

Sin embargo, Javier Ibáñez Garmendia, abogado de Gloria Viñals, calificó la sugerencia del fiscal como una "caza de brujas" entre los jueces de Barcelona.

Insistió el abogado en que del hecho de que dos magistrados de Barcelona hayan sido procesados por presunta corrupción no se puede extrapolar que toda la judicatura catalana esté bajo sospecha. "No entiendo", añadió Ibáñez, "por qué la revisión de los juzgados debiera afectar únicamente a Barcelona, cuando en el resto de las oficinas judiciales del Estado los procedimientos son similares". El letrado dijo que en las suspensiones de pago los jueces suelen nombrar como interventores a profesionales de su confianza "lo que no supone que cometan irregularidades".

El tribunal intervino para evitar otras interpretaciones que pudieran dar lugar a tensiones en el seno de la judicatura.