_
_
_
_

Cinco años de lucha

El 26 de marzo de 1983, el gobernador civil de Ciudad Real, Pedro Valdecantos, tras entrevistarse con el entonces jefe del Estado Mayor del Aire, teniente general Emilio García Conde, aseguraba que la decisión de instalar un polígono de tiro aéreo en Cabañeros había sido ya definitivamente tomada por el Ministerio de Defensa. Estas declaraciones provocaron un sentimiento generalizado de rechazo por parte de distintos sectores de Ciudad Real, que se plasmaron en encierros, protestas e incluso ocupaciones de la finca por ecologistas y vecinos de la comarca.Al tomar posesión el socialista José Bono Martínez de la presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, declaró que a él tampoco le gustaba la transformación de Cabañeros en un campo de tiro, posición que mantuvo tras el referéndum sobre la OTAN. En septiembre de 1983, Alfonso Guerra aseguraba al presidente castellano-manchego que todavía no había una solución definitiva sobre la utilización de la finca como campo de tiro. La misma posición mantenía un mes más tarde el ministro de Defensa, Narcís Serra, en respuesta a una pregunta del Grupo Popular.

Más información
El Gobierno de La Mancha declara Cabañeros parque natural

A partir de noviembre de 1984, el Gobierno de Castilla-La Mancha dispuso ya de las transferencias necesarias para poder declarar parque natural el polígono de Cabañeros. Tres años más tarde, José Bono, reelegido presidente regional, afirmaba que "el Gobierno regional, las Cortes regionales y yo mismo pensamos que la construcción del polígono de tiro comportaría consecuencias irreversibles para la ecología de la zona".

El pasado mes de abril, el ministro de Defensa, Serra anunció que el Gobierno estaba estudiando otros hipotéticos campos de tiro alternativos. Sin embargo, un mes más tarde, mandos del Ejército del Aire mantenían que la finca era el lugar más idóneo para ubicar el campo de tiro.Sobre el coste de adquisición de la finca, comprada a la familia Aznar, fuentes militares han indicado que el Ejército del Aire autorizó en 1983 la entrega de unos 10 millones de pesetas procedentes de sus propios presupuestos, pero otras fuentes han asegurado que, además, el Ministerio aportó fondos hasta alcanzar unos 400 millones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_