Indemnizaciones récord por la catástrofe del mar del Norte

Un total de 166 muertos, dos de ellos tripulantes de un barco de rescate, y 64 supervivientes es el resultado del espectacular incendio ,y destrucción de una plataforma petrolífera británica en el mar del Norte, catástrofe que puede suponer a los aseguradores una indemnización récord de 120.000 millones de pesetas. Hasta el momento sólo se han recuperado 17 cadáveres, y se da por hecho que buena liarte de los cuerpos desaparecidos lo son para siempre. Armand Hammer, presidente de Occidental Petroleum, la compañía que explotaba el yacimiento, anunció ayer que cada familia recibirá cinco años de salario y una pensión.

Miguel Gálvez Estévez, de 36 años, era el único español que se encontraba en la plataforma, donde trabajaba como cocinero. Estaba relacionado con la industria petrolera del mar del Norte desde su llegada a Escocia, procedente de Holanda, a principios de la pasada década. Casado por segunda vez con una británica, Manuel Gálvez era padre de un niño de poco más de un año. Su cuerpo es uno de los que no han aparecido.Un superviviente ha relatado cómo pudo oír los gritos angustiosos de quienes quedaron encerrados en las habitaciones mientras "ventanas y puertas cedían ante el intenso calor". Se cree que hay cadáveres en la parte hundida de la estructura, pero también existe la impresión de que muchos cuerpos fueron consumidos por la enorme bola de fuego en que se convirtió la plataforma. Ha disminuido el número de barcos y helicópteros que rastrean la superficie.

Las causas exactas del siniestro tardarán meses en conocerse, aunque se cree que la primera explosión se produjo por una fuga en un módulo de gases a presión, justo debajo de la zona de residencia de los trabajadores. Si el gas no es detectado inmediatamente, la menor chispa, "por ejemplo, la producida por la caída de un martillo, puede provocar una explosión", dice un experto en seguridad.

El debate de la seguridad

El debate se centra ahora en las medidas de seguridad existentes. Una de las razones del siniestro podría ser la antigüedad de la estructura, sometida durante 12 años a vaivenes y corrosiones. La última plataforma instalada por los noruegos tiene un diseño que separa la zona de residencia de la de bombeo del petróleo y los gases. Un centenar de trabajadores de tres plataformas explotadas por British Petroleum se negaron ayer a seguir y volvieron a tierra en demanda de mayores seguridades.

Roger Lyons, secretario general adjunto del sindicato que aglutina a estos trabajadores, quiere que los controles de seguridad dejen de depender del Ministerio de Energía, que tiene responsabilidad sobre la producción, "una contradictoria y poco saludable situación".

Los príncipes de Gales, Carlos y Diana, y la primera ministra, la conservadora Margaret Thatcher, visitaron a los heridos en Aberdeen, ciudad escocesa en la que ayer las banderas ondeaban a media asta. Thatcher anunció que el Gobierno británico donará 200 millones de pesetas al fondo creado para ayudar a las familias de las víctimas. Por su parte, la Comunidad Europea indicó que contribuirá a éste con 120 millones de pesetas.