El Gobierno no hace cumplir el código ético de la ONU, dice Martín Pallín

José Antonio Martín Pallín, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos, mostró ayer su consternación por la muerte de Miguel Ángel Rodríguez y la escasa mentalización de los agentes del orden respecto al uso de las armas de fuego: "Al menos en tres de nuestros informes anuales nos hemos referido al problema del uso abusivo de sus armas por parte de los agentes del orden, guardias civiles o policías nacionales. No es sólo que disparen por motivos triviales cuando se encuentran fuera de servicio, sino que lo hagan cuando están de servicio, pero en momentos en los que el uso del arma es desproporcionado". Se han dado casos en los que un agente ha disparado y muerto a un fugitivo cuando no corría peligro la propia vida del agente, único supuesto en que está permitido el uso del arma, según el reglamento interior de la policía.Martín Pallín recordó que España ha suscrito el acuerdo de las Naciones Unidas conocido como Código de conducta de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. En España, afirmó Martín Pallín, las autoridades se han limitado a reconocer legalmente el principio, pero no se ha llevado a la práctica. "Sería necesario que se hiciera un verdadero esfuerzo para mentalizar a los agentes para que respetaran a rajatabla este código ético que les prohíbe hacer uso y abuso de sus armas".

Un caso de este tipo se produjo en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, el 16 de junio de 1987, cuando un policía nacional, Adolfo Palenciano, mató de un disparo a un joven, Felipe Domínguez, cuando éste intentaba huir a la carrera, esposado con las manos atrás. El abogado de la familia de la víctima resaltó el hecho del uso abusivo del arma por parte del agente, ya que el joven que huía podía haber sido detenido por otros medios y, desde luego, su acción no suponía ningún peligro para la vida del policía.

24 horas de servicio

Desde sectores progresistas de la judicatura, la abogacía y los ciudadanos en general, se ha defendido la conveniencia de que los agentes del orden no vayan armados cuando están fuera de servicio. Martín Pallín rechazó la postura oficial, centrada en la idea de ,que los agentes del orden están en servicio las 24 horas del día y en cualquier momento puede ser necesaria su intervención. El presidente de la Asociación Pro-Derechos Humanos criticó esa concepción del servicio por desproporcionada y poco realista."En cualquier caso", añadió, "tendría una mínima justificación si los responsables policiales se hubieran preocupado por proporcionar a los agentes una formación ética y profesional muy estricta, pero no es así".