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Ha llovido más en seis meses en Madrid que en 1987

Jorge A. Rodríguez

En Madrid han caído hasta hoy, 1 de julio, más de 460 litros de agua por metro cuadrado (una cantidad superior a la recogida a lo largo de todo el año 1987). Los madrileños no recuerdan un año tan lluvioso como éste, aunque 1976 y 1959 no fueron más secos. Las inundaciones y los cortes de electricidad y teléfonos se han sucedido en los últimos días como consecuencia de las trombas de agua. Piscinas vacías, tiendas de ropa forzadas a rebajas prematuras y un paisaje de paraguas constituyen una imagen inédita en el mes de julio madrileño.

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"En Madrid ya se ha superado la media anual de precipitaciones, que habitualmente ronda los 430 litros por metro cuadrado", afirma Jesús García del Río, jefe del servicio de climatología del Instituto Nacional de Meteorología. A esto hay que añadir que todavía quedan por venir los meses de otoño e invierno, en los que las lluvias son especialmente intensas, por lo que es posible que, de seguir el ritmo de precipitaciones, se recoja el doble de agua que el año pasado.Según Cristina Danés, directora general de Calidad Ambiental de la Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, esta cantidad de precipitaciones fuera de lo corriente "ha ocasionado que el Canal de Isabel II, que distribuye agua para casi todo Madrid región, haya batido su máximo histórico de agua en reserva desde que se fundara, a mediados del siglo pasado". El 27 de junio había 870.768 hectómetros cúbicos de agua en los embalses de la Comunidad, lo que supone un 94,7%. de su capacidad máxima, cuando en la misma fecha de 1987 solamente había embalsados 521.100 hectómetros cúbicos.

Con este volumen de agua en reserva, asegura María Fuentes del Canal de Isabel II, "se podría continuar durante un año y me dio con el suministro normal de agua, ya que el consumo medio anual de la Comunidad, que aumenta continuamente, es de 515.000 hectómetros cúbicos".

Cuantiosas pérdidas

Las actividades acuáticas, para las que el buen tiempo es crucial, están atravesando una situación auténticamente catastrófica Evaristo Gómez, director del parque acuático Aquápolis, de Villanueva de la Cañada, asegura que ya ha perdido "unos 30 millones de pesetas, sin contar el dinero que tenemos que pagar a los 68 empleados que aquí trabajan. Esto es un desastre total; sola mente ha venido un 60% de la gente que teníamos prevista. Lo peor de todo es que contra el tiempo no se puede hacer otra cosa que esperar".

En las piscinas ocurre otro tanto de lo mismo. La lluvia y el frío han dejado desiertas estas instalaciones. "Todavía no existen datos concretos del perjuicio que nos está ocasionando el mal tiempo", afirma Gerardo Mediavilla, del Instituto Madrileño de Deportes (IMD), organismo del que dependen las piscinas municipales. Manuel Pérez Vizcaíno, propietario de la piscina Stella, es menos escueto: "El mal tiempo es un auténtico desastre. Si sólo tuviera este negocio para vivir, tendría que pedir prestado, aunque, la verdad, no sabría decir con exactitud cuánto dinero llevo perdido".

Empresarios de otros sectores también se quejan amargamente del tiempo y de su mala suerte. Una moda tan extendida en Madrid durante el verano como es tomar copas en las terrazas, también se ha resentido por la pertinaz lluvia. Los propietarios de las terrazas ya han pagado al Ayuntamiento sumas importantes por la concesión de la licencia de instalación y todavía no han podido recuperar nada. Incluso se ha llegado a la rescisión de los contratos temporales de algunos camareros; puesto que con muy pocos trabajadores se puede atender a la escasa clientela que se acerca a las terrazas veraniegas.

Algo similar les está ocurriendo a las heladerías, afectadas en sus ventas por este segundo otoño madrileño. María Benitez, de la heladería Freddo Freddo, confiesa que "viene menos gente". "Nosotros, el año pasado, manteníamos abierto hasta bastante tarde, y ahora cerramos antes. En cuanto a la terraza, ¿qué te voy a contar? ¿Quién se va a sentar ahí fuera, con frío y lloviendo, para tomarse un helado?". Los puestos de temporada lo están pasando peor que las heladerías con local, puesto que solamente tienen unos pocos meses para hacer su agosto.

Madrid se ha visto sorprendido en los últimos días por varias trombas de agua que han caído de forma irregular en distintas zonas. Los bomberos han tenido que hacer incontables salidas para paliar los efectos de las inundaciones que se han producido en distintas zonas, de la región.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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