Springsteen lanza gritos amorosos en su gira europea
El cantante norteamericano actuó en Londres ante 70.000 personas
El único concierto del estadounidense Bruce Springsteen en Londres reunió el sábado a unas 70.000 personas en el estadio de Wembley, que pagaron alrededor de 3.600 pesetas por localidad. Habían pasado cuatro horas y cuarto desde el inicio del espectáculo, y el rockero de Nueva Jersey, de 38 años, aún movilizaba con sus confesiones y gritos amorosos a modo de predicador a todos los asistentes, que levantaban sus brazos, saltaban o cantaban al compás del jefe. El cantante actuará en Madrid y Barcelona el 2 y el 4 de agosto, respectivamente.
Bruce Springsteen ha vuelto a Europa, después de tres años ausente, con su The tunnel of love express tour, una etapa de su gira mundial que inició en Turín, en Italia, siguió en Francia y ahora proseguirá por siete países más, con dos fechas en España. El boss opta de nuevo por concentrar en las ciudades europeas al mayor número de personas en un solo recital, para recaudar unos 100 millones de pesetas por cada uno. Ha reducido, no obstante, el número de actuaciones, para así poder exhibir mejor una fuerza vocal y un desgaste físico asombrosos.Comentarios suspicaces de su actitud demagógica y cotilleos sobre la nueva vida amorosa del mayor vendedor de discos del mundo después de Michael Jackson se extienden ciudad tras ciudad. La publicidad, en cualquier caso, le acompaña. En Italia, La Stampa recordó la leyenda negra del boss dictador e implacable con algunos de sus trabajadores, mientras el artista descansaba como invitado en la residencia lujosa La Mandria, de Umberto, Agnelli, el número dos de la familia que controla la Fiat.
Varios periodistas ingleses se quejan del silencio de Springsteen, que se ha negado a Conceder entrevistas, mientras en unas fotografías aparecidas en The Sun el músico besa a su nueva compañera, Patti Scialfa, en una piscina. Scialfa es una cantante de 31 años de origen italo-irlandés que, según el corresponsal neoyorquino del Dady Mirror, entró en la vida de Springsteen cuando tenía 15. Ella ha pasado de cantar voces en el coro a interpretar solos vocales en Cover me, o tocar la guitarra en primera posición en el escenario.
Corazón simbólico
Springsteen vende emociones en su última gira. El telón que preside el escenario es significativo. Hay un gran corazón simbólico, enaltecido entre nubes en un paisaje campestre. A la izquierda, una pareja de enamorados mira el horizonte prometedor. Al fondo, una casita de campo, y a la derecha se asoma el chico, ya situado, mirando al frente con una chica a sus espaldas, sentada en el morro de su automóvil rojo.Y cuando salió Springsteen en el primer bis para cantar en solitario) con su guitarra acústica y su armónica el himno Born to run, dijo lo mismo que en Worcester, Massachusets, o que en París: "Cuando tenía 24 años escribí esta, canción. Trataba de un chico y, una chica que no querían dejar de correr y correr. Era mi canción y quizá también la vuestra. Pero a medida que me hago mayor me doy cuenta que en realidad no quiero que lo sea".
Hace tiempo que este hombre, el gran comediante de la escena rockera, es un mito americano. Tras la rebeldía viaja en el túnel del amor y no se olvida de su ídolo Elvis Presley para soñar cantando Love me tender.
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