Referéndum chileno

En relación con un artículo sobre Chile publicado en EL PAÍS el 21 de junio último, escrito por el señor Ariel Dorfman, me veo en la obligación de impugnar la mayor parte de sus aseveraciones y precisar lo siguiente:1. La última encuesta de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) revela que el 28,1% de los inscritos en los registros electorales votará sí en el próximo plebiscito; el 26,4%, no, y un 34% todavía lo ignora. Cualquier pronóstico sobre preferencias electorales resulta a estas alturas deliberadamente especulativo, teniendo en consideración el número de indecisos.

2. El fraude es impracticable en Chile por la naturaleza del sistema electoral, basado en registros preexistentes y mesas receptoras de sufragios, integradas por representantes de todos los partidos políticos legalmente constituidos. El proceso de escrutinio es público, tanto en los locales electorales como en el colegio escrutador y tribunal calificador de elecciones, tribunal de derecho, que no incluye integrantes ni del Gobierno ni de los partidos.

3. Toda la oposición democrática chilena tiene acceso a la televisión, ya que tres de los principales canales inauguraron debates y foros políticos en enero último, en los que participan todos los sectores de la vida nacional. (De cara al país, Canal 13, lunes, 22.00; Corrientes de opinión, Canal 11, domingo, 21.30, y Derecho a respuesta, Canal 5, jueves, 21.30.) Lo anterior se complementa con la próxima promulgación de la ley del Consejo Nacional de Radio y Televisión, que regula la emisión de propaganda política en períodos preelectorales. Contempla la transmisión de espacios gratuitos, diarios, durante 40 minutos, repartidos en tiempos iguales para el Gobierno y la oposición.

4. A la fecha, 7.607.043 personas obtuvieron nueva cédula de identidad. La población mayor de 18 años en Chile es de 8.073.158 personas. De esto se desprende que el 94% de las personas en edad de votar posee su carné, lo que prueba que el sistema funciona expedita y eficientemente, además de ser económico. El documento de identidad cuesta menos de 140 pesetas.

5. La política gubernamental de vivienda no responde a motivaciones demagógicas. El número de propietarios creció en Chile en un 63,2% en los últimos años, sin que mediara proceso electoral alguno. Entre 1973 y la fecha, el Gobierno otorgó 307.000 viviendas subsidiadas, que ofrecie.ron un hogar propio a un millón y medio de personas.

6. La economía chilena crece a un ritmo sostenido del 5,5%. anual, que se ha mantenido invariablemente en estos últimos cuatro años; el desempleo llega al 8%; el retorno de divisas por exportaciones asciende a 5.200 millones de dólares, y la inversión fiscal para los sectores de modestos recursos es del 60%.- agregada de prensa de la Embajada de Chile en España.