Dos altos cargos socialistas defienden a Hidrola contra el Ayuntamiento de Valencia

Los abogados Felipe Guardiola y Enrique Linde tienen como cliente a la compañía Hidroeléctrica Española (Hidrola) en una reclamación de ésta contra el Ayuntamiento de Valencia por valor de 1.200 millones de pesetas. Guardiola es presidente del Grupo Socialista de las Cortes valencianas y Linde, también socialista, es presidente del Consejo de Administración de Radiotelevisió Valenciana (RTVV).

El Ayuntamiento de Valencia, que niega que la deuda ascienda a esa cantidad y asegura que Hidrola le debe unos 800 millones de pesetas, está presidido por el socialista Ricard Pérez Casado.Var¡as fuentes socialistas valencianas han mostrado su perplejidad por el hecho de que Felipe Guardiola y Enrique Linde, que desempeñan cargos institucionales de responsabilidad en nombre del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) se estén encargando de la defensa de una compañía privada, Hidrola, contra una institución gobernada por socialistas, el Ayuntamiento de Valencia. Fuentes socialistas han asegurado que el presidente de la Generalitat valenciana y secretario general del PSPV-PSOE, Joan Lerma, conoce esta situación.

Según manifestó ayer Felipe Guardiola a este periódico, el conflicto de la deuda del Ayuntamiento de Valencia con Hidrola se arrastra desde hace unos dos años y en la actualidad supera los 1.200 millones de pesetas. "Se trata", dijo el abogado, "de una reclamación de cantidad por consumo de energía eléctrica de los diversos edificios de propiedad municipal". "Hemos estado hablando con el Ayuntamiento para intentar llegar a un acuerdo, pero si éste no se produce reclamaren-los por la vía contenciosoadministrativa".

Por su parte, la concejala delegada de Hacienda del Ayuntamiento de Valencia, Clementina Ródenas, dijo ayer que, según sus cálculos, la deuda municipal por consumo con Hidrola asciende a unos 800 millones de pesetas, cantidad similar a la que a su vez la compañía adeuda al consistorio en concepto de tasa de ocupación del vuelo, el suelo y el subsuelo urbano por los diferentes trazados de líneas de conducción.

"Cuando vinieron a reclamarme en nombre de Hidroeléctrica", señala Ródenas, "le dije a Guardiola que no le pensaba pagar y que si cobraba de Hidroeléctrica que no pretendiera encima cobrar del Ayuntamiento de Valencia".

La concejala piensa que, en función de las deudas mutuas entre Hidrola y el Ayuntamiento se debe llegar a un acuerdo entre ambas instituciones, al igual que ha ocurrido en otros ayuntamientos, como Madrid o Murcia. Matizó que, no obstante, "aquí Hidroeléctrica está en plan salvaje" y que las cifras que da la compañía de consumo municipal no están en absoluto documentadas.

Se queja la concejala de que tampoco Hidrola ha facilitado la facturación sobre la que se debe deducir el 1,5% de las tasas de ocupación, pese a que le fue reclarriada en dos ocasiones por el Ayuntamiento. "La primera vez nos dijeron que no podían dar nos los datos porque los estaban infórmatizando. Un año y medio después, cuando se los volvimos a reclamar, nos dijeron que los habían perdido".