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Mítines y manifestaciones callejeras en Moscú en favor del proceso de democratización

Pilar Bonet

Moscú, la capital de la Unión Soviética, vivió ayer un agitado día de mítines y manifestaciones callejeras, bajo intenso control policial, en vísperas de la XIX Conferencia del Partido Comunista de la URSS, que comenzará el próximo martes 28. Pravda, órgano central del PCUS, criticó ayer las concepciones del historiador Yuri Afanasiev, considerado uno de los líderes de la reforma política. En un artículo, firmado por un tal Pobisk Kuznetzov, Afanasiev era acusado de poner en cuestión las ideas de Lenin y la interpretación de la historia soviética realizada por Mijail Gorbachov en el 70º aniversario de la Revolución.

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A las cuatro de la tarde, un numeroso contingente policial acordonó las inmediaciones de la plaza Pushkin, donde todos los sábados desde hace cinco semanas celebran mítines los representantes de los grupos informales o asociaciones políticas toleradas pero no legalizadas.Por una parte, ayer se habían reunido allí miembros de los grupos de orientación socialista, que preconizan la democratización y la lucha contra la burocracia. Por otra, estaban los miembros de la Unión Democrática, un grupo que se define como un partido de oposición. Los agentes policiales, provistos de megáfonos, impidieron durante largo rato que llegara a cuajar la concentración, frente a la sede del periódico Izvestia. Carteles con las inscripciones Disolver el KGB (Comité de Seguridad del Estado) y La tierra para los campesinos y las fábricas para los obreros fueron despedazados por los raudos brazos de agentes de paisano, instantes después de ser desplegados. Hubo escaramuzas, algún que otro empellón y aparentemente cuatro detenidos, dos de los cuales fueron puestos rápidamente en libertad.Otro foco de oradores consiguió mantener sus posiciones gracias a los retratos de Gorbachov, Marx, Engels y Lenin con los que defendían su vanguardia. Se trataba de los fundadores del Frente Popular moscovita, que acaba de ser creado y tiene 20 organizaciones afiliadas. Los frentes populares de apoyo a la perestroika han surgido en diferentes ciudades, y en algunas de ellas, como Talin (Estonia) o Leningrado, tienen un carácter más mayoritario que en Moscú.Fuentes soviéticas asegura ron que miembros de la Unión de Escritores y de la Unión de Cineastas debatirán sobre el Frente Popular el lunes 27, un día antes del comienzo de la Conferencia.

La exhibición de una bandera entregada a Nikita Jruschov en 1961 provocó un clamor de entusiasmo entre los concentrados ayer en la plaza Pushkin, muchos de ellos, simples transeúntes que expresaban su solidaridad con la perestroika. Uno de los oradores invitó a la policía a unirse a sus demandas democratizadoras y le pidió que no se dejara "incitar a la represión".

"Trabajadores del KGB"

El llamamiento a los "queridos trabajadores del KGB y del Ministerio del Interior" provocó una sonrisa en algunos de los agentes y retrasó unos minutos la dispersión. "Hay que perfeccionar el Código Penal y dar algunos derechos de manifestación", dijo uno de los agentes a un corresponsal húngaro que preguntó su opinión sobre el mitin. "En este momento, no tienen permiso y por eso el mitin es ilegal", afirmó educadamente el agente.Por la mañana, Yuri Afanasiev y Elem Klimov, ambos delegados a la Conferencia, el científico, Andrei Sajarov, y el escritor de Ales Adamovich intervinieron en un acto organizado por el grupo Memorial, que ha recogido más de 60.000 firmas para construir un monumento a las víctimas del estalinismo. Sajarov pidió la liberación de todos los presos políticos y Adamovich reveló el descubrimiento en las cercanías de Minsk de una fosa colectiva con los cadáveres de 20.000 personas ejecutadas por la NEND (Comisariado popular del Interior, antecesor del KGB) desde 1937 a 1940. La publicación de este descubrimiento, ilustrado con una foto de esqueletos, en l a revista Literatura i Mastatztva de Minsk, ha irritado a sectores conservadores locales.

El escritor Yuri Kariakin reveló un descubrimiento semenjante en la ciudad de Tonisk. Elem Klimov manifestó que el monumento a las víctimas del estalinismo debe ser una empresa estatal y Yuri Afanasiev prometió llevar el proyecto a la Conferencia del PCUS. El artículo aparecido ayer en Pravda contra Afanasiev le acusa de tratar con ironía los sentimientos de entusiasmo de la población en época de Stalin. Según el autor, Afanasiev deforma los hechos, presenta como originales ideas comunes y niega que Lenin elaborara una concepción del socialismo. Kuznetsov combate a Afanasiev con citas de la interpretación histórica realizada por Gorbachov en noviembre de 1987. Ésta, que justificaba la colectivización y la industrialización, ha quedado muy por detrás de las interpretaciones que historiadores soviéticos han publicado en la prensa con posterioridad.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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