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Australia espera que la presidencia española liberalice la política comercial de la CE

El primer ministro australiano, Bob Hawke, aprovechó un almuerzo de gala ofrecido ayer a los Reyes de España para suscitar, de la manera menos tensa posible, el que acaso constituya hoy el principal problema en las relaciones bilaterales: lo que las autoridades australianas consideran una política comercial "restrictiva" de la Comunidad Europea con respecto a Australia y los países asiáticos en general. Australia espera que la presidencia española liberalice la política comercial de la CE.

"Espero que, bajo la presidencia española, la CE renovará sus esfuerzos para liberalizar su política comercial", dijo textualmente Hawke. En el mismo discurso, el primer ministro prometió una "entusiasta" participación australiana en la Expo 92 sevillana, de la misma manera que España ha participado en la exposición mundial actualmente en curso en Brisbane.Las dos jornadas de los Reyes transcurridas en Canberra, la pequeña, moderna y traquila capital federal australiana, han sido las más oficiales y han constituido una buena muestra de que ambos países no piensan insistir en sus diferencias, aunque tampoco se esperan grandes resultados concretos, al menos a corto plazo, tras la visita real.

Sin embargo, el hecho de que España vaya a ocupar la presidencia de la CE a partir del próximo 1 de enero sí parece acaparar el interés de un país que, como Australia, cuenta con numerosos lazos europeos. El discurso de Hawke, seguido ayer, al final del mismo almuerzo en el Parlamento, por otro discurso de corte similar del jefe de la oposición, el liberal John Howard, constituyó una prueba de tal interés.

El rey Juan Carlos fue el primer jefe de Estado extranjero en visitar el nuevo Parlamento federal, construido en el interior de una montaña, obra algo faraónica a juicio de los expertos que la combatieron en su día, y que costó más de 2.000 millones de dólares australianos (más de 160.000 millones de pesetas). Finalmente, y antes de ofrecer una cena de gala en la Embajada española a numerosos personalidades de la vida política y artística australiana, los Reyes visitaron el parque de animales de Rehwinkel, a pocos minutos del centro de Canberra; allí, rodeados de pájaros exóticos, don Juan Carlos y doña Sofía se interesaron por los diversos ejemplos de la fauna local, como koalas, wallabies, canguros, wombats o emus.

Aunque la Reina parece haber expresado su deseo de poder llevar un koala a España, fuentes del séquito real afirman que el animal que finalmente será transportado a Madrid, y allí entregado a un zoológico, será un ornitorrinco, el curioso mamífero ovíparo que sólo existe en esas latitudes.

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