Tarradellas pide en su testamento la unidad de los partidos catalanes

Josep Tarradellas reclama la unidad de todas las fuerzas políticas catalanas en su testamento político, dado a conocer ayer por su hijo, cuatro días después de su muerte. El ex presidente de la Generalitat explica en seis folios el porqué de su actuación en diferentes pasajes de su vida política, y asegura que en Cataluña no tienen mucho sentido los enfrentamiento y las tomas de posición demasiado rígidas.El testamento político de Tarradellas fue escrito hace más de un año y entregado a un notario el 3 de abril de 1987, "en unos momentos en que la serenidad de los años me permite ver desapasionadamente toda mi trayectoria de ciudadano al servicio de Cataluña", decía el fallecido. "Ha sido siempre mi deseo contribuir a la mejor convivencia de mis conciudadanos y al progreso de mi país en la vía de recuperación institucional".

Tarradellas expone que para evitar enfrentamientos entre los ciudadanos de Cataluña es necesario que, en el futuro, se establezca un acuerdo entre todos para encontrar una solución a la confrontación, como ya se hizo cuando él era presidente. "Sobre esta base, y desde la perspectiva que me da mi circunstancia política, quiero hacer nuevamente una recomendación muy firme a la unidad de los ciudadanos de Cataluña y, en especial, a la de los representantes de sus fuerzas políticas", dice. "Sólo a través de ella será posible que nuestro país persevere en el progreso político, social y económico iniciado".

"Un país pequeño"

El ex presidente de la Generalitat considera que al ser Cataluña "un país pequeño" pierden sentido "una buena parte de los enfrentamientos y las actitudes muy rígidas". "Es necesario buscar siempre las vías de concordia, que existen", agrega.Al repasar su vida política explica que se abstuvo de formar Grobierno durante el exilio "para evitar confusiones inútiles que habrían minimizado nuestra personalidad". "Creí siempre", explica, "que el Gobierno en el ex¡lio no serviría para rehacer nuestra unidad, ya que eran los catalanes del interior, principalmente, los que tenían que determinarla y, por otro lado, las divisiones de las fuerzas políticas en el exilio eran muy confusas".

Tarradellas dice que el motivo de ir a Madrid tras las primeras elecciones democráticas y entrevistarse con el Rey antes de viajar a Barcelona fue "conocer lo más exactamente posible las posibilidades de éxito" del retorno a Cataluña. El ex presidente catalán recuerda también que la cordialidad del encuentro con el Rey facilitó mucho su labor.