El ex presidente fue enterrado en Cervelló, su localidad natal

Los restos mortales de Josep Tarradellas recibieron cristiana sepultura ayer, pasadas las dos de la tarde, en el cementerio de Cervelló, una pequeña localidad cercana a Barcelona donde había nacido. Cerca de un millar de personas se desplazaron hasta el cementerio, aunque sólo la mitad pudo acceder a su interior a causa de sus reducidas dimensiones. Tarradellas fue enterrado en el mausoleo donde reposan los restos de su hija Montserrat y de Sus padres, Salvador y Casilda.Tras depositar el féretro en el interior del mausoleo, una coral dirigida por Oriol Martorell cantó diversas canciones tradicionales, entre ellas El cant dels adéus, L'emigrant y el himno catalán Els segadors, que hicieron saltar las lágrimas a algunos de los asistentes. La viuda de] ex presidente, Antònia Maciá, visiblemente emocionada, depositó unos claveles en la fosa.

Previamente, el féretro había llegado a la iglesia de Sant Esteve, en Cervelló, donde el abad del monasterio de Poblet ofició tina misa por el difunto, a la que asistieron, al igual que al entierro, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el ministro de Defensa, Narcís Serra; el ex presidente Adolfo Suárez; el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y otras personalidades. Cerca de 2.000 personas prorrumpieron en un emocionado aplauso cuando el cortejo llegó a la plaza de la iglesia de Cervelló.