"Tengo SIDA, ¿y qué?".
La muerte del banderillero Antonio González Gordón ha tenido una connotación que le incumbe sólo a él, al muerto, y en todo caso a su esposa: era portador de anticuerpos del SIDA. Una vez más, el Comité Ciudadano AntiSIDA de Madrid se ve obligado a decir que el hecho de ser portador o enfermo de SIDA es una información confidencial que no debe trascender.Es un virus... distinto a los demás. El cáncer, la tuberculosis o un ataque al corazón no promueven rechazo o marginación. El SIDA, lamentablemente, sí. Determinados prejuicios se ponen en movimiento: es una enfermedad que ha sido asociada incorrectamente a ciertos hábitos y costumbres.
Rogamos a los sanitarios y a los medios de comunicación una actitud responsable. Si los nombres de portadores y enfermos siguen trascendiendo, para satisfácción del morbo y el escándalo, sembrando alarma y temor, el movimiento ciudadano antiSIDA tendrá que plantearse la estrategia corrio en su momento hizo el feminismo en relación al aborto, de organizar la sidación general: "Tengo SIDA, ¿y qué?". Pediremos a toda persona adicta a lavigencia de la dignidad y derechos humanos que se pronuncie públicamente como sidoso. Muchos sidosos permitirán que las victimas de esta enfermedad pasen desapercibidas. Por otra parte, claro está, no descartamos el recurso judicial.-
Comité Ciudadano AntiSIDA de Madrid.