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Dirigentes de Convergència critican al 'aparato' y piden un debate interno sobre el futuro del partido

Varios dirigentes de Convergéncia Democràtica de Catalunya (CDC), el socio mayor de Convergència i Unió (CiU), han pedido un debate interno sobre el futuro del partido y la sustitución del "anquilosado" aparato que rodea al secretario general por delegación, Miquel Roca. Los dirigentes se declaran convencidos de que "sólo la personalidad de Jordi Pujol" ha salvado la mayoría absoluta de CiU en las elecciones del domingo. Esta reacción se produce después de que se haya hecho público el proyecto de CiU de elaborar una ley electoral que prime el voto rural. Los socialistas catalanes afirmaron ayer que considerarían "una provocación intolerable" una ley que vulnerara el principio de igualdad del voto.

Pese a la amplitud de la victoria conseguida, las filas de la coalición de nacionalistas conservadores (CDC) y democristianos (Unió) han reaccionado convencidas de que se ha producido una señal de alerta del electorado que revela la necesidad de afrontar algunos problemas internos. Al menos cinco diputados elegidos en los primeros puestos de las listas de CiU deberán dimitir para dar paso a nombres significados que han quedado fuera de la Cámara autonómica al no conseguir los resultados esperados.Los dirigentes que critican la campaña electoral piensan que CiU podría haber perdido las elecciones de no contar con un líder carísmático y populista. El debate interno que proponen debería celebrarse durante los meses que faltan para el congreso ordinario del partido, que se reunirá probablemente a finales de año.

En la línea de que el partido abra tina "profunda reflexión" estarían, según diversas fuentes consultadas por este diario, entre otros, el presidente de Convergència, Ramón Trias Fargas, los consellers de la Generalitat Maciá Alavedra y Josep Miró Ardévol y el presidente de la Federación de Barcelona, Jordi Vila Foruny, todos ellos miembros del comité ejecutivo.

"Hemos ganado las elecciones por unos resultados claros y holgados que no dejan ninguna duda sobre cuál es el primer partido de Cataluña", indicó un dirigente de CDC. "Pero es necesario un análisis crítico y valiente, cosa que en mi casa hoy aún veo difícil", añadió.

Mientras tanto, el principal partido de la oposición, el socialista, reaccionó ayer al intento de CiU de elaborar una nueva ley electoral. El secretario de organización del PSC, Josep Maria Sala, recordó que el sistema electoral utilizado en todas las elecciones autonómicas desde 1980 fue pactado por todos los partidos cuando se elaboró el Estatuto de Autonomía y contiene ya una corrección de la proporcionalídd en favor de la representación territorial. "Con un sistema estrictamente proporcional", dijo, "CiU hubiera obtenido el domingo 65 diputados en lugar de 69 y hubiese perdido la mayoría absoluta".

Sala calificó el anuncio de la intención de CiU de elaborar una ley electoral basada en circunscripciones más pequeñas que las provincias como "una mala noticia para la normalidad democrática del país" y la atribuyó "a la mentalidad del señor Miquel Roca".

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Optimismo de Benegas

El portavoz parlamentario, Lluís Armet, señaló que "lo sorprendente es que lo primero que se les ocurra después de unas elecciones sea maquinar algún sistema perverso para conseguir que el voto conservador valga 19 veces más que el socialista".

La dirección del PSOE considera "satisfáctorio" el resultado obtenido por los socialistas catalanes en las elecciones del pasado domingo, según manifestó ayer el secretario de organización Txiqui Benegas, quien además destacó que las diferencias entre el PSC y CiU han disminuido en relación con los comicios de 1984. El dirigente socialista reconoció que el PSC ha sufrido la abstención en zonas urbanas donde reside parte de su electorado mientras que ha aumentado sus votos en las zonas rurales. Benegas afirmó que el descenso de votos de Pujol y el incremento en un escaño del PSC aumenta "las posibilidades de que haya más terreno para el acuerdo y el consenso en la construcción de la autonomía catalana", informa Juan G. Ibáñez.

Por su parte, el secretario general del PCE, Julio Anguita, interpretó los buenos resultados obtenidos por Iniciativa per Catalunya (IC) no como reflejo de la unidad alcanzada por los comunistas en la comunidad autónoma, sino como expresión "de la idoneidad del método empleado para hacer política y la importancia del proyecto" que representa IC.

El dirigente de Alianza Popular y comisario de la CE, Abel Matutes, calificó los resultados de su partido de "no brillantes, pero tampoco decepcionantes", informa Europa Press.

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