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La policía recupera en Amsterdam los cuadros robados del Stedelijk Museum

Isabel Ferrer

Hacia la una de la madrugada del lunes, la policía de Amsterdam penetraba en el hotel Pullman, situado al oeste de la ciudad, donde G. P., de 36 años, trataba de venderles a dos policías, que se hicieron pasar por compradores, Los claveles, de Vincent van Gogh (1888Y, la Naturaleza muerta con botella y manzana, de Paul Cézanne (1894), y La maison du maitre Adam Billaud à Nevers, de J. B. Jongkind (1874). Los cuadros, que fueron robados el día 20 del Stedelijk Museum y están valorados en unos 6.000 millones de pesetas, no presentaban daños aparentes. Sólo el cuadro de Cézanne presenta desperfectos de poca importancia.

G.P., presunto sustractor de los tres lienzos es un ladrón muy conocido en círculos policiales holandeses. Poco antes de la detención los 10 inspectores destinados especialmente para este caso habían recibido una llamada diciendo el lugar y la hora de la posible transacción.Las obras pepermanecerán por lo menos dos días en la, dependencias de la Brigada Central de Policía de Amsterdam, donde serán revisadas por expertos en arte. "Aquí sí están seguros". comentó ayer uno de los agentes.

Por su parte, Wilhemusa Beeren, director del Stedelijk Museurn, fue avisado el martes por la mañana del haflazgo. Fuentes del centro indicaron que esperan poder exhibir de nuevo los cuadros al público antes del fin de semana. Esta vez serán colgados en otra sala del museo, acondinada tras el robo con ún nuevo sistema de seguridad. El edificio está siendo también objeto de elaborados tratamientos para evitar nuevos robos.

El Stedelijk Museum de Amsterdam depositó en 1975 la seguridad de su colección, la más importante del país en arte moderno, en manos de un servicio privado de vigilancia. El pasado día 20 el sistema electrónico de alarma saltó hacia las cinco de la madrugada, señalando movimientos extraños en el interior del edificio. La policía, acostumbrada a recibir falsas alarmas, acudió 20 minutos después, halló una ventana rota pero no observó robo alguno. El personal del museo lo descubrió poco antes de abrirlo al público, en una sala alejada de la ventana rota y cercana a la entrada principal.

Empezaron entonces a circular versiones contradictorias sobre la forma y hora en que fue avisada la policia y la propia solvencia del sistema de seguridad. Lo cierto es que el sábado 22 otra ventana apareció forzada en el Stedelijk Museum, hecho que se calificó de acto vandálico sin mayores consecuencias. Ayer la dirección del museo aseguró que se están llevando a cabo intensos trabajos para reacondicionar, los sistemas de vigilancia, y evitar más sutracciones. A pesar de ello prevalece la teoría de que es imposible asegurar una colección de arte como ésta, de valor incalculable.

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