La independencia y el control

Los debates del tercer congreso de la asociación judicial progresista se polarizarán en torno a dos ejes: la necesidad del control democrático de la actividad judicial y la independencia como condición esencial de la tarea de los jueces.Los magistrados Juan Alberto Belloch y Juan Luis Ibarra defienden el control democrático y rechazan una independencia que se convirtiera en un "privilegio de casta". El magistrado Perfecto Andrés coincide en que "no se trata de reivindicar un privilegio de cuerpo o de casta ni una garantía de impunidad", pero recuerda que la independencia "es una condicíón de democracia'.

Perfecto Andrés plantea el riesgo de que la bandera de la independencia Judicial continue en manos de los sectores conservadores y reivindica un nuevo concepto de la independencia, no como un fin, sino como un instrumento para la imparcialidad, "con la ley como punto de referencia inexcusable". Por lo demás, Andrés destaca que "la sumisión del juez a la ley ha cobrado a partir de la Constitución un nuevo sentido" y que si la autonomía del juez no puede ser ilimitada, tampoco podría tolerar "cualquier tipo de límite".