Huelga total en la Prensa italiana por el uso de los artículos de los periodistas

Ningún diario italiano sale a la calle desde ayer y así continuará hasta el domingo por la huelga de cuatro días convocada por los sindicatos de periodistas. Los tres canales de la RAI, tanto de televisión como de radio dan noticias. Esta huelga, la más larga de la historia del periodismo italiano, obedece a la disputa entre sindicatos y editores sobre el uso de los artículos de los periodistas, así como a reivindicaciones salariales.

Incluso los periódicos Il Manifesto y Paese Sera, que no hicieron huelga en anteriores convocatorias por ser cooperativas, dejaron de salir en solidaridad con los periodistas. De este modo será la primera vez que en este país no habrá ninguna información, ya que cerrarán hasta las agencias de prensa.La batalla dura desde primeros de año y ha conducido ya a otras huelgas, la última en marzo. El nudo de la discusión entre la Asociación de Editores y la Federación Nacional de la Prensa, el sindicato único de periodistas, es tanto el económico como el de las llamadas sinergías. Y, según los dirigentes sindicales, este último es el más importante. Se trata de oponerse a la decisión de los propietarios de los grandes diarios nacionales que tienen a la vez una cadena de diarios provinciales de usar los artículos de las firmas importantes del diario principal en toda la cadena. El sindicato de periodistas objeta que ello no sólo daña económicamente al periodista, sino que al mismo tiempo mata el pluralismo, hace monótona la información e impide a los periodistas menos famosos salir adelante.

Aumento salarial

Por lo que se refiere al lado económico, mientras la Asociación de Editores ofrece un 20% de aumento bruto sobre la paga base, el sindicato ha pedido para todos un aumento equivalente a 75.000 pesetas mensuales brutas.Para complicar las cosas parece ser que se quiere poner también en la balanza de la negociación el espinoso problema de la llamada opción cero, que figura en el programa de gobierno de De Mita. Se trata de que, en el futuro, la sociedad que quiera tener una televisión nacional no podrá tener al mismo tiempo un periódico, y al revés. La materia está en discusión porque dañaría tanto a Berlusconi, que debería abandonar la propiedad de Il Giornale de Milán y de la revista Sorrisi e Canzoni, con más de dos millones de tirada, como a Agnelli, quien, en caso de entrar en la televisión, debería quedarse sin Il Corriere della Sera, La Stampa y otras publicaciones más.