Un matrimonio de ancianos se suicida lanzándose al agua en el puerto de Valencia
José Molins Riera y Vicenta Torrent, ambos de 68 años, se suicidaron ayer lanzándose al agua en el puerto de Valencia. El matrimonio había dejado una carta a sus familiares en la que les anunciaban su intención de quitarse la vida. Los cadáveres fueron encontrados flotando en el mar. José Molins y su esposa eran vecinos de Meliana, población distante unos seis kilómetros de Valencia.
Fuentes de la policía municipal de Meliana, localidad de 9.000 habitantes, dijeron a este periódico que un familiar de los fallecidos se dirigió a primera hora de la mañana de ayer al retén e informó de la existencia de una carta en la que los dos ancianos manifestaban su intención de quitarse la vida "en la playa".Los policías locales patrullaron la zona de costa de Meliana durante varias horas, hasta que recibieron una llamada telefónica desde Valencia, en la que se les informaba del hallazgo de los cadáveres de los dos ancianos en el puerto.
Fuentes de la Guardia Civil de Tavernes Blanques, municipio próximo a Meliana, señalaron ayer que también patrullaron la costa durante varias horas en busca del automóvil propiedad de las víctimas. Algunos familiares se unieron a la búsqueda del coche.
El vehículo, un Renault 9 de color blanco, fue encontrado en el interior del puerto de Valencia, donde había sido estacionado horas antes. Los servicios de vigilancia del puerto advirtieron la presencia de los dos cadáveres. Los bomberos recuperaron a mediodía los cuerpos sin vida de los dos ancianos, que aparecieron flotando en las inmediaciones del nuevo faro.
El juez que ayer se encontraba de guardia, Francisco Ceres, se desplazó al lugar y procedió al levantamiento de los cadáveres. A primeras horas de la tarde de ayer se procedió a la práctica de la autopsia.
Las mismas fuentes de la policía local señalaron que los fallecidos gozaban de una situación económica normal. José Molins había padecido hace algún tiempo una grave dolencia y su esposa sufría últimamente una enfermedad nerviosa. En la carta encontrada en su domicilio escribieron que no debía culparse a nadie de su decisión de quitarse la vida.
Ambos estaban jubilados y poseían una pequeña empresa ubicada en Meliana que estaba dedicada al transporte. Los dos únicos hijos del matrimonio están al frente del negocio familiar desde la jubilación de José Molins Riera.
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