Las ventajas de ser monopolio
L. P. E., La ley de las telecomunicaciones, que deja a Telefónica el monopolio de la red, liberalizará en un futuro próximo la venta de terminales y los servicios de valor añadido (videotexto, teletexto, líneas para bases de datos ... ). En estas circunstancias, la carrera de la CTNE por adquirir ventaja antes de que se inicie la competencia la está llevando a desplegar una oferta de servicios que difícilmente puede satisfacer. A ello se une una maraña burocrática que impide obtener la informacíón necesaria para conocer si es interesante la oferta.
Desde comienzos de año, el segundo aparato de teléfono, los llamados supletorios, sólo se puede obtener mediante compra (no en alquiler como el primer teléfono), igual que los contestadores automáticos.
El usuario puede adquirirlos en la propia Telefónica, que ofrece los únicos que están homologados, o en cualquier tienda, frecuentemente en las dedicadas a decomisos. El precío de un contestador supera las 30.000 pesetas. Si puede ser accionado por el dueño desde cualquier otro teléfono, su precio supera las 70.000, bastante más caros que los que venden en las tiendas.
La instalación y reparación corre a cuenta del cliente. Si recurre a la CTNE, que da una garantía de seis meses, puede esperar días o meses a que se lo coloquen; y la tarifa de una visita de sus empleados es de 4.000 pesetas. Telefónica tampoco se ocupa del traslado de un supletorio de una habitación a otra, ni de un piso a otro, en caso de traslado.
Actualmente, además, se encuentran agotados en algunos centros de la CME los imprescindibles puntos de conexión a la red.
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