Madrid, un laberinto de cables
L. P. E., Desde hace unos meses, las comunicaciones telefónicas en el área de Madrid son un motivo más de exasperación cotidiana. Da igual llamar a Bruselas que a Fuenlabrada, desde Majadahonda que desde Chamberí; las líneas están saturadas, hay cruce de conversaciones y se oyen ruidos extraños. En Madrid ha crecido la demanda en un 30% en los últimos dos años. La moda de la vuelta al centro junto con la política de rehabilitación de edificios del Ayuntamiento son algunas razones apuntadas por los responsables de la CTNE para explicar el problema. "No es lo mismo que viva una familia a que se instale un broker, te pida 50 líneas y sature toda una manzana", dicen.
Según explica Germán Ramajo, director general de Explotación de la CTNE, "el agotamiento de las centrales situadas en el centro de la ciudad ha obligado a recurrir a otras centrales más alejadas, lo que supone un recorrido más largo de la señal y, por tanto, peor calidad de sonido y mayores posibilidades de cruce de cables. En estos momentos hay 40.000 apoyos de esta clase a usuarios que no están recibiendo línea de su central".
En la actualidad existen 15.000 permisos de obras pendientes de aprobación por el Ayuntamiento, de los cuales 6.000 corresponden a peticiones de la Administración. La CINE lleva más de año y medio esperando poder atravesar el paseo de la Castellana, cuando están agotados los conductos de canalización que existen.
La Telefónica espera que con la informatización de cuatro centrales primarias en junio se recupere pronto la calidad del servicio telefónico.
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