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Un derrame cerebral acaba con el lider neofascista italiano Giorgio Almirante

Juan Arias

Giorgio Almirante, de 74 años, presidente del Movimiento Social Italiano Derecha Nacional (MSI-DN) y líder carismático del neofascismo de este país, casado y padre de dos hijos, falleció a las 10.15 de ayer, en la clínica romana Villa Rosario, de un derrame cerebral que le había golpeado tiempo atrás. Tan sólo 24 horas antes había fallecido también su alma gemela, Pino Romualdi, fundador, con Almirante, en 1946, del partido y de ideas moderadas como las suyas.Almirante, que había nacido el 27 de julio de 1914, bajo el signo de Leo en Salsomaggiore, deja a su partido, el cuarto de este país después del socialista, dividido y con una fuerte crisis de identidad al seguir vivas en su interior tanto el alma tradicional y violenta de la vieja República de Saló como la moderna y moderada de partido nacionalista que protagonizaban Almirante y Romualdi.

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Precisarnente en enero, Almirante, ya enfermo y desgastado, había dejado la secretaría del partido al joven delfín Gianfranco Fini durante un congreso violentísirno, en el que volaron puntapiés y puñetazos y que dejó profundamente amargado al viejo combatiente fascista, que hubiese deseado abandonar la escena con un partido unido en el signo de la moderación, por la que él había luchado, especialmente durante los ultimos 20 años.

El primero que ayer se presenta rendir homenaje a los restos iniortales de Almirante fue el misrno presidente de la República, Francesco Cossiga, seguido del alcalde de Roma, Nicola Signorello. Y a partir de entonces fue una procesión de personajes de todo tipo quienes acudieron a dar el pésame a su esposa e hijos.

Y es que todas las fuerzas democráticas italianas, empezando por el partido comunista, están agradecidas a Almirante por haber ido conduciendo al MSI-DN a la legalidad democrática, hasta el punto de que últimamente dicho partido se había acercado no sólo a la Democracia Cristiana, a la que estaba robando votos, sino también al mismo partido socialista. Y los votos de Almirante sirvieron no pocas veces para hacer aprobar leyes en el Parlamento, elegir jefes de Estado y aprobar enmiendas de la oposición comunista.

Entrevista con Craxi

Hace sólo dos años que Bettino Craxi, secretario socialista, había mantenido una larga entrevista con Almirante, a quien había prometido su apoyo para acabar con el llamado "prejuicio misino" y dar luz verde a su partido para que pueda participar no a escondidas, sino a pleno sol, en la vida política del país.

De hecho, últimamente, miembros del MSI estaban ya presentes en comisiones importantes y delicadas del Parlamento, como las de interior y asuntos constitucionales, e incluso en el comité para el control de los servicios de seguridad, al considerarse que el partido de Almirante "ha repudiado la violencia como instrumento de lucha política" como ha afirmado el dirigente socialista Rino Formica.

De Alrnirante todos han admirado, hasta sus mayores adversaríos políticos, su coherencia, su moralidad a prueba de bomba y su coraje en defender su credo político. Era de familia de actores de teatro, y todos envidiaban su oratoria aguda, brillante, como esculpida a cincel eficaz, hiriente y peligrosamente comprensible por el gran público por su lucidez y su lenguaje poco político.

Este corresponsal recuerda que hace unos años Almirante había tenido una conversación de una hora con el socialista Sergio Zavoli, ex presidente de la RAI-TV. Acabado el encuentro, Zavoli comentó: "¡Lástima que este hombre no sea de los nuestros!".

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