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Un proyecto muy en el aire

El Ayuntamiento anunció la semana pasada que la buena situación económica municipal permitía abordar proyectos fuera de programa, como el orientado a la recuperación social, urbana y comercial de la Gran Vía; un proyecto que el equipo de gobierno ya presentó en septiembre de cuya demora parece haber sido motivada por la complejidad de la actuación, su alto coste y, quizá, el temor a que se repita una polémica como la creada tras la reforma de la Puerta del Sol.Jesús Espelosín, concejal de Urbanismo, afirmó al referirse al proyecto que no se debía tratar de tina propuesta del equipo de gobierno, por lo que se había decidido crear una gran comisión, en la que estén representados, entre otros, los cuatro partidos políticos con representación municipal, la Cámara de Comercio, la Confederación Empresarial Independiente de Madrid, la Fundación de Amigos de Madrid, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, la Dirección General de Bellas Artes, la Comunidad de Madrid y los comerciantes de la zona. El equipo de gobierno cree que es posible estudiar el proyecto a lo largo de este año e incluir varias partidas en el capítulo de inversiones del próximo año.

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El esplendor perdido

Según los planes del equipo de gobierno, esta comisión especial -cuya operatividad, a causa de tantos integrantes, ya ha comenzado a suscitar dudas- deberá ser la que determine de qué se encarga la Administración y qué es lo que hacen los particulares. Espelosín afirmó que es posible que alguna empresa quiera colaborar con el Ayuntamiento en la reforma de la vía, cuyo presupuesto para reformar las aceras, el mobiliario urbano y las plazas del Callao y Red de San Luis, se eleva a 600 millones.

Fuerte inversión

Sin embargo, la opinión más generalizada es que, excepto las grandes compañías propietarias de edificios enteros y con gran capacidad económica, la Administración se verá obligada a invertir en el proyecto bastante dinero si se quiere devolver la forma original a los bajos comerciales, arreglar los remates de los edificios, remozar las fachadas y devolverles algunos de sus elementos característicos.

El responsable municipal de Urbanismo ya ha hablado de convocar concursos de ideas, aunque sin precisar si referidos a la recuperación de los edificios o a la reforma de plazas como las del Callao y Red de San Luis. También Espelosín admitió que habrá que actuar en la zona de influencia de la Gran Vía, pero dejó en manos de la comisión las medidas a adoptar.

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Javier Feduchi, autor del proyecto que servirá de base para el trabajo de la comisión, considera necesario que su estudio sea completado con otros de tipo sociológico, comercial y de seguridad, con el fin de estudiar temas como la división de los locales primitivos en pequeñas oficinas y tiendas, con la consiguiente reforma interior de los edificios, la práctica desaparición de los vecinos del tramo Alcalá-Red de San Luis o la influencia que tiene para la calle la actividad marginal que se desarrolla en la zona.

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