Violentos incidentes en Seúl tras el funeral de un opositor suida

Policías antidisturbios dispersaron ayer con gases lacrimógenos una manifestación de estudiantes que trataban de llegar al centro cultural de Estados Unidos, en el centro de Seúl, después de asistir al funeral del universitario Cho Song Man, que el domingo pasado se suicidó pidiendo la liberación de los presos políticos surcoreanos.

Unas 9.000 personas, en su mayoría estudiantes, se congregaron al final del acto en la plaza del Ayuntamiento y quemaron una bandera estadounidense, al tiempo que denunciaban el actual régimen del presidente Roh Tae Woo.

Tras exigir la coorganización de los Juegos Olímpicos de Seúl con los vecinos comunistas de Corea del Norte, los manifestantes se encaminaron hacia el centro estadounidense, momento en que comenzaron los enfrentamientos con la policía.

Dispersados por repetidas rondas de gases lacrimógenos y por las cargas policiales, los estudiantes llevaron a cabo diversos saltos por el centro de la ciudad, paralizaron el tráfico y lanzaron piedras y cócteles molotov a las fuerzas del orden.

El suicidio el pasado domingo de Cho Sang Man, de 24 años de edad, que también pedía la coorganización de los Juegos, coincidió con las jornadas de conmemoración de la matanza de Kwangju, en 1980, cuando dos centenares de personas murieron en esa ciudad del sur del país al levantarse contra los nuevos líderes militares golpistas.

Antes de lanzarse al vacío desde la catedral católica de Seúl, Cho Sang Man tiró panfletos en los que criticaba a Estados Unidos por apoyar el "Gobierno represivo" del presidente Roh Tae Woo y recordaba la represión militar de 1980 en la ciudad de Kwangju.