Glibsa se hace cargo nuevamente de la gestión del grupo Corberó-Domar

La sociedad Gestión de la Línea Blanca SA (Glibsa) dependiente del Departamento de Industria de la Generalitat anunció ayer que se hacía nuevamente cargo de la gestión de las empresas Corberó-Domar. Esta resolución la justificó una escueta nota oficial de la Generalitat que hacía referencia a "diferencias en la interpretación jurídica de algunos puntos del contrato entre Electrolux Holding y Eclipsa".El pasado 19 de febrero la Generalitat a través de sus empresas públicas Eclipsa y Plibsa y la multinacional sueca Electrolux llegaron a un acuerdo de venta del grupo Corberó-Domar, en un acto solemne en el Departamento de Industria, presidido por su titular Maciá Alavedra. La compra del grupo tenía que ratificarse mediante una ampliación de capital prevista para finales de marzo o abril que aún no se ha efectuado.

La notificación a los trabajadores de Corberó-Domar de que Glibsa se hacía cargo temporalmente de la gestión de las empresas fue interpretada como una ruptura definitiva del acuerdo de venta a Electrolux por parte del sindicato UGT, que movilizó ayer mismo a sus delegados sindicales y acupó durante varias horas el despacho del director general de Industria de la Generalitat, Josep Piqué.

Piqué recibió a los representantes sindicales explicando que habían surgido "grandes díficultades en el perfeccionamiento del contrato" por lo que se comprometía a que si en el término de una semana no se llegara a una solución, Glibsa nombraría un nuevo equipo de directivos para que no se deteriore más la situación. El compromiso de Josep Piqué fue recogido en un breve texto que este firmó y entregó a los representantes sindicales.

En la ampliación de capital que ya debía de haberse efectuado, Electrolux debía aportar 1.100 millones de pesetas y las empresas públicas Eplicsa y Plibsa los 850 millones restantes. Previamente a esta ampliación se reduciría el capital del grupo a cero y la Generalitat aportaba otros 400 millones. Electrolux se había comprometido también a una inversión de 8.208 millones en tres años en el grupo Corberá-Domar, durante los que ampliaría su participación hasta el 100%. Posteriormente a este acuerdo, los sindicatos expresaron su preocupación y forzaron una declaración explícita de Electrolux y el departamento de Industria al respecto, para que se asumieran todos los compromisos del plan de reconversión. Según los sindicatos una de las cuestiones que pueden dificultar el acuerdo final es en este momento la interpretación de una auditoría realizada recientemente a instancias de Electrolux.