Una operación negada hasta el final

La operación de fusión entre el Banco Español de Crédito y el Banco Central ha merecido por parte de los principales protagonistas numerosos desmentidos hasta el instante final.

Tan cerca como el 6 de mayo pasado, el presidente de Banesto, Mario Conde, negaba en Oviedo que se pudiera producir en breves fechas "una fusión del Banco Español de Crédito con el Central". "No hay nada entre las dos entidades", añadía Conde, "salvo conversaciones tendentes a la colaboración en el sector eléctrico y en el petrolífero", para añadir que la fusión de los bancos Bilbao y Vizcaya "no repercutirá en Banesto, que mantiene los objetivos marcados".

Por su parte, Alfonso Escámez se ha manifestado en repetidas ocasiones contrario a las fusiones. El 2 de diciembre pasado, en Barcelona, el presidente del Central señalaba que "la concentración de grandes bancos españoles para actuar en el espacio español puede llegar a ser un error técnico".

Fusiones negadas

"Acumular medios y estructuras sobre un espacio saturado creará problemas de empleo, de infraestructuras excedentes, de ajustes en funciones y servicios"., A juicio de Escámez, "no existe una necesidad perentoria de acometer esta carrera acelerada y proyectada globalmente sobre la banca".

Tan cerca como el jueves, 12 de mayo pasado, ambas instituciones desmentían la información aparecida esa mañana en este periódico según la cual la operación de fusión entre ambos bancos se hallaba ya en su recta final. Tanto Banesto como Central insistían entonces en que se trataba únicamente de un proceso de convergencia y de búsqueda de colaboración de ambas instituciones en algunas empresas de sus respectivos grupos industriales.

El Banco Central aseguraba ese día que "aquí lo único que existe es una serie de planes de colaboración industrial y nada más. Cualquier cosa que se diga de fusión no tiene nada que ver con la realidad y se trata de una especulación".