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Fallece Kim Philby, el famoso doble espía británico que huyó a Moscu en 1963

Harold Philby, apodado Kim, el mundialmente famoso doble espía británico que trabajó en los servicios secretos de su país suministrando información al Kremlin durante tres décadas antes de huir a Moscú en 1963, murió ayer en la capital soviética a la edad de 76 años, reveló anoche la cadena de televisión BBC citando fuentes del ministerio de Asuntos Exteriores británico. "La Embajada soviética nos ha informado que Philby murió ayer en Moscú", dijo anoche un portavoz oficial del Foreign Office.Philby, que fue funcionario del Comité de Seguridad del Estado (KGB) desde su puesto en los servicios de información británicos (MI6) y posteriormente general del Ejército soviético, era el único superviviente de la red de estudiantes de la universidad de Cambridge que reclutó el KGB, integrada por sus amigos Guy Burgess y Donald MacLean y Anthony Blunt, el asesor de la pinatoca de la reina Isabel II. Suministró a Moscú abundante información de secretos militares británicos y norteamericanos durante la época de la guerra fría.

Burgess y MacLean huyeron a la Unión Soviética doce años antes de que Philby lo hiciera, en 1963, y hasta ese año las autoridades británicas desconocían la identidad del famoso tercer hombre, si bien algunas sospechas habían empezado a alimentarse en los años cincuenta. Philby, responsable del departamento de operaciones antisoviéticas del MI6 durante los años cuarenta, fue acusado de traicionar a numerosos agentes británicos durante sus años de servicio. Organizó el desembarco de un grupo de emigrantes rebeldes anticomunistas en Albania, que serían luego asesinados en una emboscada.

En su autobiografía, titulada Mi guerra secreta, escrita en Moscú, justificó su colaboración con la URSS con el argumento de que las democracias occidentales eran muy débiles y corruptas para combatir el nazismo en los años treinta.

En marzo pasado, el famoso tercer hombre rompió años de silencio sobre su deserción en una entrevista con el Sunday Times en la que confesaba no añorar su patria. En la entrevista afirmaba también que sus superiores le dejaron escapar para evitar así un juicio escandoloso. Philby declaró al dominical londinense que se encontraba enfermo y que estaba recibiendo un tratamiento médico de primera clase como correspondía a su rango de general.

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