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Fontes y Talbi facilitaron las primeras pistas

El portugués Paulo Figueiredo Fontes fue captado, junto a un grupo de mercenarios de ese país, en Lisboa por el subcomisario de Policía José Amedo Fouce y su compañero Michel Domínguez a través del dirigente de los GAL Jean Philippe Labade. Sus reuniones tuvieron lugar los días 31 de enero y 1 de febrero de 1986 en Lisboa, donde Amedo pagó con su visa particular la cuenta del hotel Ritz y una cena en el restaurante El Pescador, según indicaron fuentes judiciales.Posteriormente, el grupo de portugueses fue acompañado por los policías españoles hasta el País Vasco, donde el propio Fontes recibió en cuestión de una hora un carné de identidad falso, puesto que se encontraba sin documentación.

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En Irún los dos policías españoles presentaron a los portugueses a un francés apodado Jean Louis, quien les facilitó las armas con las que llevarían a cabo los atentados contra el bar Batzoki y Consolation, llevados a cabo los días 9 y 13 de febrero de 1986. Tras el segundo atentado, Paulo Fontes fue detenido en la estación de San Juan de Luz con la pistola usada en la acción. Inmediatamente se prestó a colaborar con la justicia y la policía francesas, lo que facilitó, a través de una comisión rogatoria, la localización y detención del grupo en Lisboa y las primeras pistas seguras de la supuesta relación de Amedo con los GAL. Fontes, como consta en el sumario portugués, manifestó en una carta a su hermana que estaba convencido de que trabajaba para instituciones españolas con el apoyo de sectores de la policía francesa.

Por su parte, Mohand Talbi, argelino de 32 años, confesó en el juicio por el secuestro de Segundo Marey -primera acción de los GAL- que entregó al raptado en el puesto fronterizo de Dantzarinea, cerca de Irún, a un grupo de policías españoles.

Previamente Talbi, para concertar la entrevista, había telefoneado a dos números de Bilbao que se corresponden con el gobierno Militar de Vizcaya y la comisaria bilbaína. Talbi utilizó esos teléfonos como había pactado con sus interlocutores, solo para casos de máxima urgencia. Éste lo era, puesto que sabía que la policía francesa acababa de detener al legionario Pedro Sánchez, jefe del comando secuestrador y muerto posteriormente en extrañas circunstancias en una prisión de Burdeos.

Talbi dio a entender en repetidas ocasiones durante las sesiones del juicio que los GAL son una trama creada por las policías de ambos países. Este mercenario argelino, implicado también en el asesinato de Mikel Goikoetxea, cita a Amedo como organizador de numerosas acciones de los GAL, entre ellas el asesinato de Santiago Brouard.

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