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La exposición de conclusiones del fiscal y los defensores abre la última fase del juicio de la colza

, Los defensores de los principales industriales del aceite acusados de haber causado, con sus maquinaciones y mezclas, el síndrome tóxico, con un saldo de más de 600 muertos y 25.000 afectados, pedirán su absolución en el juicio de la colza, cuya última fase se inicia hoy. fiscal, que pide más de 60.000 años para ocho de los procesados, expondrá hoy su informe final sobre lo ocurrido en la primavera de 1981.

Los abogados Juan Francisco Franco (cuñado de los hermanos Juan Miguel y Fernando Bengoechea), Jesús Castrillo, José María Serret y Julio Ferrer, defensores de los principales acusados, mantienen en sus conclusiones definitivas una novedosa teoría según la cual hubo dos epidemias de síndrome tóxico. Según esta hipótesis los seis primeros enfermos quedaron afectados en enero de 1981, y posteriormente se produjeron otros 16 envenenados en febrero y 36 en marzo. La segunda epidemia es la oficial, cuyo primer enfermo fue el niño Jaime Vaquero, de Torrejón de Ardoz (Madrid).Estos defensores atacan a la clase política y a los poderes públicos, a los que acusan de haber aceptado las presiones de Estados Unidos para llegar a un "pacto de silencio", en la línea del libro de ese título publicado recientemente por el alemán Andreas Faber-Kaiser. Según la teoría de estos abogados, a finales de 1980 se debió de producir un accidente militar con armas químicas, cuya base son productos organofosforados, en la base hispano-norteamericana de Torrejón, lo que habría producido los primeros intoxicados. El interés en silenciar el hipotético accidente habría sido no perjudicar la entrada de España en la OTAN. Los abogados sugieren que esa pudiera haber sido la causa de la dimisión de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno en enero de 1981.

Agregan que con el Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo, más próximo a Estados Unidos, se pudo sugerir el apoyo político suficiente para desencadenar un acto de fuerza (en clara referencia al golpe de Estado del 23-F) con el que lograr la unanimidad de las fuerzas políticas para la entrada de España en la OTAN, y el "pacto de silencio" sobre el supuesto accidente militar.

Respecto a la segunda epidemia, los defensores afirman en las conclusiones, que el envenenamiento fue intencionado. Según su teoría, se intoxicó con productos organofosforados un campo de tomates de Roquetas de Mar (Almería) porque "aseguraba la desfiguración de los efectos de la onda inicial, al englobarla por absorción y extenderla", ya que los tomates se vendían en mercadillos.

Los defensores culminan su teoría precisando que en agosto de 1981 España se integró en la OTAN en una decisión por sorpresa de Calvo Sotelo, que no tuvo contestación por parte de los otros grupos políticos. Finalmente, concluyen que con esas circunstancias era claro el interés por impedir cualquier investigación alternativa a que el aceite de colza desnaturalizado fue el causante del envenenamiento.

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