La esquizofrenia francesa
¿Cuál es el coste que debe pagar Francia por mantener su grandeur, su política de imperio que despliega su poderío sobre Álica, Asia, Oceanía, América? No hay más que recorrer los barrios residenciales de Libreville, Casablanca, Abiyán, Dakar, Dovala, para encontrarte con franceses que viven de puta madre en esos países presuntamente independientes y soberanos. ¿Acaso no deberían también ellos exigir la expulsión de los franceses de su territo o para preservar su identidad nacional? Y lo verdaderamente esquizofrénico del caso es que la mayoría de los franceses que viven como en su casa en aquellos barrios residenciales de estas capitales africanas, con chalé, piscina, tenis, criada negra y un buen servicio de seguridad son, en su casi totalidad, votantes, o bien de la extrema derecha o bien de Chirac. Así queda mejor servida la esquizofrenia francesa.Habrá que ir seriamente pensando en dar la razón a quienes como los melanesios de Nueva Caledonia sostienen el delenda est imperiofrancés, o en aquellos otros Estados africanos que como Benin, Burkina Faso, etcétera, se van descolgando uno tras otro de aquel formidable sistema neocolonial montado por Francia en África, aunque sólo sea por sostener al revés las mismas ideas que sostiene Le Pen: "Echar a los franceses de sus territorios para preservar su identidad nacional".-
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