Hana Siniora: "Nada frenará la sublevación"

"El uso de la fuerza y de grandes medidas represivas no frenará la sublevación popular de los palestinos", asegura con convicción Hana Siniora. Detrás del sobrio traje gris y las gruesas gafas se esconde una de las personalidades palestinas más relevantes. Siniora, de 49 años, director del periódico Al Fayer (El Amanecer), recibe uno tras otro en su despacho a los periodistas extranjeros que pasan por Jerusalén. "Los excesos que se están cometiendo son fruto del intento de cortar el levantamiento por la fuerza", agrega el periodista.

Siniora, que esta semana asistirá en Madrid a la reunión de la Internacional Socialista (IS), está convencido del fracaso de esa pretensión israelí. "Se ha visto con el asesinato de Abu Yihad. Él era el responsable de coordinar la sublevación en los territorios ocupados, y los israelíes pensaron que acabando con él lograrían controlar la situación, pero lo único que han conseguido es reavivar las protestas".Algunos comentaristas israelíes consideran que los palestinos tienen que agradecer al Gobierno del primer ministro Isaac Shamir la operación que acabó con la vida de Jalil al Uasir (Abu Yihad), pues ese hecho ha permitido la reconciliación del líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, con el presidente sirio, Hafez el Asad. Siniora -que ha sido considerado portavoz oficioso de las posturas palestinas en encuentros internacionales- recuerda, no obstante, que la OLP y Siria "intentaban reemprender la cooperación política desde abril de 1987".

Ahora este encuentro entre Arafat y Asad "va a permitirles trabajar por un frente árabe que haga posible la formación de una delegación conjunta con vistas a una eventual conferencia de paz, con lo que el problema de la representación palestina, ha quedado superado".

"Paz por territorios"

"No sólo Siria, sino también Jordania, apoya esa delegación conjunta", aclara Siniora, convencido de que el principal obstáculo se encuentra ahora en el campo israelí. "Se trata del Gobierno de Israel, y especialmente por parte del Likud [coalición de derechas que comparte el Gobierno con él Partido Laborista y dos formaciones menores], que de momento no parece dispuesto a cambiar paz por territorios".Preguntado sobre si consideraba que dialogar con los laboristas podría resultar más efectivo, el director de Al Fayer reconoció que también con éstos existen diferencias. "Lo importante no es con quién hablar, sino que exista la decisión política de hablar", afirma mientras se dirige al teléfono para responder a un cuestionario planteado por una emisora de radio.

"Los palestinos", prosigue Siniora, "han enviado un mensaje claro con su levantamiento al pueblo israelí, al Gobierno de este país y a la comunidad internacional: no aceptan la ocupación, y esto tiene que acabar". Además, precisa, "no se trata sólo de una confrontación entre los jóvenes y las autoridades israelíes, sino que esta vez todas las generaciones, e incluso las clases comerciantes, apoyan la intifada". Éste es el nombre con el que se conoce en árabe la sublevación popular que desde el pasado diciembre se viene desarrollando en Gaza y Cisjordania y en Jerusalén este.

Las causas que han llevado a la intifada no son nuevas. "La resistencia es un hecho desde la ocupación, y la violación de los derechos humanos ha sido constante en esos 20 años", precisa en un momento de la conversación con EL PAÍS. ¿Cuál es entonces la diferencia entre esta protesta y las anteriores? Siniora atribuye su éxito a dos rasgos específicos: su mayor intensidad y duración. Y tiene la impresión, como de hecho la mayoría de los consultados, de que va a continuar.

El apoyo de los palestinos de los territorios ocupados a la organización encabezada por Arafat no ofrece dudas a Siniora. "Los palestinos son parte de la OLP, no hay diferencia entre esta organización y los palestinos que viven bajo la ocupación: la OLP representa sus aspiraciones nacionales". En todo caso, considera que serían necesarias unas elecciones democráticas para comprobarlo. En ausencia de éstas, insiste en que en una encuesta llevada a cabo por su periódico en septiembre de 1986 el 93% de la población palestina expresó su apoyo a la OLP.

Respecto al papel que pueden desempeñar los palestinos con vistas a las próximas elecciones generales israelíes de noviembre, Siniora considera que ya han empezado a participar de alguna forma en el proceso electoral en cuanto que el asunto de la ocupación israelí se ha convertido por primera vez en un tema de discusión para las fuerzas políticas.

Siniora no se muestra preocupado por la creciente ola de radicalismo religioso que se extiende por la región desde el triunfo, en 1979, de la revolución islámica iraní. "No niego que las tendencias islámicas entre los palestinos sean importantes, porque el 90% de ellos son musulmanes. Algunas fuerzas políticas se apoyan en esas corrientes", afirma, "pero lo más importante es que están cooperando con el movimiento nacional. El único riesgo estriba en que si la situación continúa deteriorándose, se harán más radicales".

Siniora se manifiesta satisfecho de la actitud del Gobierno español con relación a la cuestión palestina. "Me gustaría que otros partidos socialistas europeos adoptaran posturas similares a la del partido gobernante español", declara, sin olvidarse de hacer también una petición al PSOE: que su delegación ayude a la OLP a conseguir una representación permanente en la IS.