El amigo del 'Nani' acusa al comisario Fernández Álvarez de torturarles en dependencias policiales
"Esa persona jamás en la vida se me olvidará", dijo el testigo señalando al policía sentado en el banquillo
, Angel Manzano, amigo del Nani y testigo propuesto por el ministerio público en el juicio por la desaparición de Santiago Corella, acusó ayer directamente al comisario Francisco Javier Fernández Alvarez, uno de los siete policías procesados en la causa, de ser quien ordenó torturarle en dependencias policiales el 12 de noviembre de 1983. "Esa persona jamás en la vida se me olvidará. Es el primero por este lado", dijo Manzano, indicando la posición que ocupa el comisario en el banquillo de los acusados. Manzano estuvo detenido en dependencias policiales al mismo tiempo que Corella.
El amigo del Nani miró hacia el banquillo, a instancias del presidente del tribunal nada más comenzar la sesión de ayer y antes de empezar a declarar. Manzano ya había identificado, durante las ruedas de reconocimiento realizadas en la instrucción del sumario, al comisario Fernández Álvares como el policía que dirigió su tortura.Manzano, de 35 años, quien insistió en diversas ocasiones en la veracidad de su testimonio -"no he venido aquí a contar ninguna mentira" llegó a manifestar- hizo un pormenorizado relato de los malos tratos que supuestamente le inflingieron agentes de policía en las dependencias de la Puerta del Sol. "Fueron unas torturas muy crueles y ni a quien me torturó se las deseo", apostilló.
El amigo del Nani, detenido el mismo día que éste, testificó que los agentes que le arresta ron en su domicilio comenza ron a golpearle mientras era trasladado a la brigada y nada más llegar a ésta, mientras le decían: "tu eres un hijo de puta y no tienes derecho a nada. Además te hemos aplicado la ley antiterrorista". En ese momento, los agentes aún no habían solicitado a Interior la aplicación de esta legislación ni a Manzano ni a Corella.
El testigo continuó su narración diciendo que los agentes le aplicaron el sistema conocido como la mesa y después le pusieron un mono y un casco con la visera tapada con esparadrapo, todo ello, siempre según el testimonio de Manzano, mientras le golpeaban repetidamente. "Me dieron una paliza muy grande. Todo era un infierno", dijo Manzano, para resumir su supuesta experiencia.
El testigo, visiblemente tenso -tanto que concluyó su declaración en la mañana de ayer entre sollozos- elevó su tono de voz en cierto momento para manifestar que los inspectores le aplicaron descargas eléctricas y le golpearon con una zapatílla en los genitales, "que por eso estoy hoy ante este tribunal, porque quiero que quede claro que me torturaron como a un cerdo". "Yo vi la muerte en la Dirección General de Seguridad y al final la deseé. Era un placer", agregó.
Tres días después de su detención, Manzano hubo de ser conducido al Hospital Provincial de Madrid por las lesiones que presentaba. Los procesados afirman que estas lesiones se produjeron al resistirse el amigo del Nani a su detención. Manzano precisó su falta de resistencia en noviembre de 1983, señalando que fue arrestado en el portal de su domicilio por sorpresa e inmediatamente encañonado con una pistola.
Manzano expresó también su convencimiento de que El Nani falleció en las dependencias policiales aquel día, "cuando [un policía] me dijo que [Corella] se había escapado yo desde entonces supe que se había muerto". El declarante añadió que en determinados momentos de su estancia en las dependencias policiales vio al Nani por una pequeña ventana, con la cabeza agachada y sujeto por dos agentes.
En la sesión de tarde, las defensas apenas comenzaron su interrogatorio del testigo, que proseguirá hoy, al solicitar el abogado José Emilio Rodríguez Menéndez, defensor del comisario Fernández Álvarez, una exhaustiva lectura de distintas declaraciones de Manzano que obran en el sumario.
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