33 reclusos de Carabanchel presencian las actuaciones de una treintena de artistas
Los rockeros Desperados, el mago Juan Gabriel, las cabareteras Virtudes y el grupo femenino de pop-rock Lunares actuaron ayer ante los reclusos de la Central Penitenciaria de Observación de la prisión de Carabanchel. Hoy lo harán Moncho Alpuente, El Gran Wyoming, Reverendo, Chicho Sánchez Ferlosio, Rosa Jiménez Díaz, Javier Krahe y el grupo de rock Caronte, y es posible que acudan a última hora Tip y Coll. En total, una treintena de artistas, prácticamente el mismo número de reclusos, 33, que presenciaron los dos días de espectáculo. Eso sí, los presos y los artistas se lo pasaron todos en grande.
No es que no hubiera más reclusos a quienes les hubiese gustado asistir. Es que la Central de Observación es un departamento donde se encuentran los presos pendientes de reclasificación, y sólo alberga, cuando está al completo, a 40 reclusos.Fernando Martín, cantante de Desperados, no se mostraba ayer compungido en absoluto por haber actuado gratuitamente ante público tan exiguo; el grupo de rock tocó con las mismas ganas que si estuvieran ante 20.000 personas: "No, no, ningún problema, hemos tocado muy a gusto. Esta gente se lo merece". Fernando sólo recordaba una situación tan extraña como la de ayer: "Cuando tocamos en un acuartelamiento, en el CIR de Colmenar Viejo, con los cañones apuntando al escenario. ¡Qué fuerte!".
El patio de la Central de Observación, un departamento autónomo dentro del complejo de la prisión, estaba adornado con guirnaldas de colores, y se servían fantas y cocacolas. En el patio, unas cien sillas, más vacías que ocupadas. Después de Desperados actuó Juan Gabriel, un ilusionista muy divertido que creó un ambiente relajado y casi íntimo. Dos de los reclusos, uno llamado Domingo y Juan Gómez Meléndez, le ayudaron en sus trucos y fueron tan apladudidos como el propio mago. Juan Gómez no se lo pensó dos veces cuando Juan Gabriel le pidió que pronunciara una frase mágica para hacer aparecer un billete de 500 pesetas en el interior de una naranja. "Libertad", fue la palabra que le salió sin pensar, y sus compañeros entre el público mostraron su confornúdad.
Luego, Virtudes, chistosas y desenfadadas -casi desgracian a un fotógrafo con un plumero-, dieron una nota de cabaré, a las siete de la tarde. La primera jornada de la fiesta la cerraron las chicas del grupo Lunares.
Mujeres no
"Pues no os imagínais las reticericias que ha habido que vencer, primero para hacer el festival, y luego para que actuaran mujeres", contó uno de los funcionarios de la Central de Observación. "Quien mejor ha visto la idea", añadió, "ha sido el equipo actual de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, pero hay mucho mando. intermedio y mucho funcionario que cualquier cosa que no sea la aplicación del reglamento les parece mal".La asociación cultural Victoria Kent, así llamada en homenaje a la que fuera directora general de Prisiones en la Segunda República, tiene intención de continuar con actividades de este tipo, y no solamente lúdicas sino también organizando actos de debate, coloquios, conferencias de pensadores que ya han dado su visto bueno a la idea -están más o menos comprometidos Francisco Umbral y Fernando Savater-, y con el proyecto de habilitar una sala para proyección de vídeos y películas.
El festival, dentro de las fiestas del Dos de Mayo, ha sido organizado por la Asociación Cultural Victoria Kent, compuesta por varios funcionarios progresistas, como se definieron ellos mismos, ayudados por algunos reclusos, y con la colaboración de la dirección de la Central, de la Comunidad Autónoma, del Ayuntamiento de Móstoles y de cuatro cocejalías del Ayuntamiento de Madrid, además de la Asociación de reclusos de Carabanchel, que edita la revista Mensaje, y del Grupo de Artistas-intelectuales de la Villa de Madrid.
Como invitados, algunas caras conocidas: el director de cine Fernando Colomo, gran amigo de Virtudes, Joaquín Ruiz Giménez, hijo, varios parlamentarios y autoridades municipales y autonómicas.
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