Mortalidad infantil y desnutrición, problemas de salud en Centroamérica

De los 850.000 niños que nacen en el istmo centroamericano anualmente, 100.000 morirán antes de cumplir cinco años y casi dos tercios de los supervivientes sufrirán desnutrición. Todo esto provocará que un 10% sufra problemas de desarrollo físico y mental. La región acoge al 3,5% de la población americana, pero acapara el 33,4% de casos de malaria, que se han doblado en la última década. 10 millones de personas carecen de servicios de salud permanente. Y el parto constituye la segunda causa de mortalidad en las mujeres de entre 15 y 44 años de edad (mueren ocho por cada 10.000 nacidos vivos, diez veces más que en EE UU).Estas cifras han sido difundidas con ocasión de la Segunda Conferencia de Contadora Sanitaria inaugurada ayer en Madrid bajo el lema La Salud, un puente para la paz en Centroamérica. Los ejes de las jornadas serán el análisis de los 65.000 millones de pesetas invertidos en programas sanitarios comprometidos en el anterior encuentro y la apertura de nuevos frentes de ayuda: para la mujer, refugiados, formación de gestores y personal sanitarios y cooperación entre países centroamericanos.

Los países objeto de estas ayudas son Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Belice. España ha invertido más de 400 millones. Un portavoz sanitario español explica que entregaron a las autoridades nicaragüenses el mayor monto, 91 millones de pesetas, -ningún otro país logró más de 30 millones- porque supieron precisar mejor sus carencias y planes para corregirlas.

Estos planes de cooperación sanitaria con Centroamérica arrancan de la conferencia celebrada en noviembre de 1985 en Madrid en la que se definieron las necesidades prioritarias sanitarias de la región.

El récord de desnutrición infantil lo ostenta Honduras (80%). La presión contra EE UU, país interviniente en esta conferencia, sin duda no ha sido ajena a que Nicaragua tenga la tasa de mortalidad infantil más alta: 88 fallecidos por cada 1.000 nacidos.