Enhorabuena, señor Aranguren

Deseo felicitar al señor José Luis López Aranguren por su artículo del día 13. Menos mal que hay una persona sensata que enfoca el problema de las carreteras -entre otros de su artículo- en su justa medida, y milagro que se lo publique el periódico EL PAÍS, pues últimamente sólo se dedica a eximir de culpa a los conductores, verdaderos y reales culpables, pues, ¿qué otra cosa son si sabiendo lo malas que están las carreteras, se lanzan a mucha mayor velocidad que la permitida?Soy conductora, se puede decir que asidua en todo tipo de carreteras desde hace muchos años, y me veo y me deseo para cumplir los límites de velocidad indicada -dicho sea de paso, con abundantísimas señales por todos los lados- porque siempre temo que el conductor de atrás me empuje.

Es verdad que hay muy buenos coches, pero, a pesar de eso, el límite máximo en las carreteras es de 100 kilómetros. Todos los que protestan, ¿lo cumplen?

Como ciudadana que paga sus impuestos no me parece bien que gran parte de ellos se dediquen a hacer autopistas. Creo que más bien deben aplicarse a mejorar las escuelas y liceos para que el ciudadano adquiera más cultura y ello le permita interpretar como debe el, Código de la Circulación.-