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La empresa de las torres de KIO hará edificable el terreno dedicado a la estación de transportes

El estudio de detalle presentado por Urbanor, para el desarrollo urbanístico de los solares de la plaza de Castilla adquiridos por KIO concentra los 125.000 metros cuadrados de edificabilidad total posible en las dos torres de 27 plantas y en los dos edificios traseros de 12 pisos, sin dejar, contra lo que estaba previsto en el plan general, ningún volumen para el intercambiador de transporte, al que convierte en una marquesina de autobuses. El concejal de Urbanismo se reafirmó ayer en la legalidad del proyecto y puso a disposición de la Prensa los 41 documentos en poder del Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y Urbanor.

El responsable del área de Urbanismo, Jesús Espelosín, defendió ayer que el estudio. de detalle realizado por Urbanor, después de dos concursos de anteproyectos que quedaron desiertos, cumple perfectamente el plan general aunque no explicó por qué no recoge ninguna edificabilidad para el intercambiador de transporte, a pesar de indicarse claramente en el plan general que en los 125.000 metros cuadrados de edificabilidad total "se incluye la superficie construida para el intercambiador"."Puede estudiarse si la edificabilidad de Urbanor ha de reducirse al haber susituido el gran intercambiador de transportes por otro de menos importancia, aunque eso no significa que se acuerde tal medida", dijo Espelosín.

La edificabilidad de este intercambiador se fijó de hecho durante la tramitación del plan general, pues el documento publicado en octubre de 1984 separaba la edificabilidad del intercambiador de la que correspondería a los inmuebles propiedad de Urbanor; y fijaba para viviendas y oficinas un total de 121.616 metros. Esto supondría para el intercambiador los 3.384 metrtos cuadrados restantes.

Sin embargo, el carácter del intercambiador fue modificado en el texto: de la expresión "un gran intercambiador", desapareció la palabra "gran". Según Espelosín, los encargados de la Oficina del Plan, dirigida por Eduardo Leira y entonces en manos del PCE, fueron los responsable del cambio. Espelosín ha criticado en la última semana varias veces la actitud de Izquierda Unida por oponerse a este proyecto en contradicción con la postura a favor del plan general que expresó en su día el PCE.

Además de cambiarse la magnitud del intercambiador de transporte, ha sido variada también su ubicación. Frente a la primitiva idea de situarlo en la manzana este para poder conectar los autobuses con el metro y la estación de Chamartín, la ficha definitiva del plan general dejó confusa su localización.

Las bases del concurso de anteproyectos convocado en 1986 en virtud del convenio alcanzado por Urbanor y el Ayuntamiento dejan en libertad a los concursantes para fijar la localización del intercambiador. Sin embargo, ninguna de las propuestas salió ganadora, pues en dos convocatorias sucesivas el concurso fue declarado desierto por un jurado compuesto por tres representatntes municipales, tres de Urbanor, dos arquitectos nombrados de mutuo acuerdo y otro que- eligieron los concursantes y que no firmó ninguna de las actas fin,des por no poder asistir.

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Encargo de Urbanor

Urbanor, a la vistadel resultado del concurso, encairgó entonces el proyecto a dos arquitectos, Javier Sebastián Nuño y Pedro Sentieri, que situaron el intercambiador en el punto más alejado al primitivo, al oeste en la manzana oeste.El profundo cambio sufrido por el proyecto original no se debió a que el intercambiador fuera innecesario para la zona. Ayer mismo, José María Ezquiaga, jefe de Planeamiento de Gerencía, explicó que en el último plan de inversiones para este año el Ayuntamiento incluyó una importante estación intercambiadora a un centenar de metros de la estación de Chamartín, muy cerca de donde tendría que haberse construido el de Urbanor.

Según la información aportada ayer por Espelosín, a lo largo de la historia de este proyecto han existido cuatro diseños para estos solares. El primero incluía unas torres de 11 plantas con manzanas cerradas en su parte posterior; en 1967 el plan parcial fijaba una edificabilidad de 486.465 metros cúbicos distribuidos en dos torres gemelas de 44 pisos; en octubre de 1981 Urbanor presentó una propuesta para edificar en la parcela oeste unas manzana de ocho plantas (ver EL PAÍS de ayer) que, según afirmó, fue informada favorablemente por los servicios técnicos, aunque ello ocurrió el 3 de mayo de 1983, 27 días después de que se hubieran suspendido todas las licencias por tramitación del actual plan general. El último proyecto es el actual, que supone la edificación de dos torres de 27 plantas y dos edificios traseros de 12. A pesar de ello, Espelosín ha asegurado en los últimos meses que la solución final es prácticamente la única posible: "el diseño resulta casi de ordenador".

Sobre una posible reforma del plan general, el responsable de Urbanismo afirmó: "Hasta ahora se han hecho cuatro modificaciones al plan general, y las cuatro referidas a suelo público. La primera modificación que se haga sobre suelo privado hay que meditarla mucho".

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