Un juez progresista para una sala castrense
La designación de José Jiménez Villarejo como presidente de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo complementa la necesaria supresión de un órgano como el Consejo Supremo de Justicia Militar, incompatible con un poder judicial único. El Consejo General del Poder Judicial ha considerado oportuno colocar a un magistrado progresista al frente de la sala que integra por la cúspide la jurisdicción militar con la ordinaria.
El consejo ha aplicado el criterio legal que exime para los seis primeros años de la sala judicial militar el requisito de que el presidente cuente con una antigüedad de tres años en el Supremo. Jiménez Villarejo, procedente de la carrera fiscal, en la que llegó a ser fiscal especial para la prevención y represión del tráfico de drogas, lleva menos de dos años como magistrado de la Sala Segunda del Supremo.
Sin embargo, según fuentes jurídicas, este criterio no se dictó pensando en Jiménez Villarejo, a quien se le ha pedido hace menos de un mes que acepte el cargo, para lo que se ha apelado a la importancia de vencer las resistencias de medios militares a la supresión del tribunal castrense.
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