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Tribuna
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A más miedo, más cautela

La evolución de la bolsa los próximos días dependerá, como siempre, de muchos factores; la diferencia está en que ahora muy pocos son controlables por los inversores. El riesgo aumenta cuando se desconocen los elementos que pueden provocar una caída en el mercado o cuando no se puede medir el efecto que tendrán esos elementos. Estos ¿los problemas se conjuntaron en la sesión de ayer con un resultado: salir cuanto antes por si acaso y no aprovechar los atractivos precios que resultaban de esa salida, también por si acaso.Los temores tenían mútiples procedencias. Del exterior se mantenía el miedo a un agravamiento de la tensión en el Golfo y sobre todo a sus efectos sobre los precios del petróleo y el dólar, y sobre las bolsas internacionales. Del interior, un miedo contenido -y desmentido por algunos- a que la cifra del índice de precios al consumo (IPC) de marzo no fuese tan baja como se rumoreaba. Para animar la sesión, algunos lanzaron el rumor de una inminente caída del tipo de intervención: la fecha, el día 21, y la cuantía, medio punto.

El resultado de este cúmulo de incertidumbres fue la caída de los precios de la mayoría de los valores con un volumen de negocio muy reducido. Como nota de optimismo, al final el dinero, hizo repuntar el precio de algunos títulos muy selectivos y que pueden tener un futuro positivo aun a pesar de la bolsa. Alimentación notó más la caída, con Tabacalera, que perdió el 1.000% al ceder 75 enteros, a la cabeza.

La caja trajo papel para todos los grandes bancos; las órdenes debían de ser demasiado pequeñas, como para que los cuidadores las tuvieran en cuenta. Pero sumadas pesaban todas más que el dinero e hicieron ceder al dúo Central-Hispano (un dúo que no es un dúo); los demás aprovecharon para repetir el cambio de apertura.

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