La 'patata' está que arde
"Obligado te veas...", dice un refrán. castellano. Y obligados se vieron ayer muchos inversores que juegan al ciclo semanal. Los 13.830 millones de dólares de déficit comercial norteamericano superaron hasta las previsiones más pesimistas, y quienes esperaban la noticia para cerrar esta semana de máximos sufrieron una encerrona de bastantes duros.El volumen de negocio y el número reducido de títulos que quedó en posición de papel indican que todos los que tenían que salir encontraron compradores, pero a precios muchas veces inferiores al nivel de apertura semanal. Ayer se podía comprar barato, y los inversores más fuertes, algunos de ellos institucionales, no desaprovecharon la ocasión para tomar posiciones.
La inversión en esta bolsa, y no sólo la clásica barandilla, se mueve a corto plazo. Un corto plazo se superpone a otro, pero la dinámica es siempre de calentar la patata y soltarla antes de que suene el timbre: el que la tiene en las manos pierde. Ésta parece que es ahora la táctica en las bolsas occidentales, por lo que los inversores podrán presumir, al menos, de ser cada vez más anglosajones.
El descalabro de los precios se llevó por delante todas las ganancias acumuladas con cuatro máximos consecutivos. Fue la segunda mayor caída que ha sufrido el índice en lo que va de año después de la cesión de 8,84 puntos el 11 de enero. Afectó además al sector más observado durante la semana: las eléctricas.
El papel también obligó a los bancos a seguir la corriente general, con la excepción del Santander. Cuando la caja publicó el resultado del día, la OPA del banco montañés sobre sus sociedades de cartera era sólo un rumor insistente. Las pérdidas del resto, dentro de los grandes, anularon la evolución semanal de una pareja sobre la que se ha hablado mucho.
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