El 'grupo de los siete' reafirma sus compromisos para sostener él dólar y coordinar las economías políticas

Los ministros de Finanzas de las siete potencias industriales hicieron público anoche en Washington un comunicado formal en el que reafirmaron su compromiso del pasado diciembre para sostener el dólar en sus valores actuales y para coordinar sus políticas económicas, a fin de evitar trastornos indeseables en la economía mundial. El comunicado, que consta de seis puntos, resalta la evolución favorable de la economía mundial de los últimos meses y el alejamiento de las tensiones que provocó el hundimiento de las bolsas.

El comunicado del grupo de los siete basicamente copia el texto del hecho público el pasado 22 de diciembre en lo que hace referencia al dólar y la necesidad de mantener una vigilancia continua sobre los mercados de cambio y, como los anteriores, no incluye los márgenes entre los que la divisa riorteamericana puede oscilar su valor en relación al yen japonés y al marco alemán. Como es habitual el grupo de los siete mantiene el secreto de este abanico con el objeto de reservarse para consulta de última hora entre los bancos centrales el momento exacto de su intervención en los merca dos de cambio. No obstante, fuentes japonesas especulaban con que los márgenes están próximos a un cambio del dólar entre 120 y 130 yenes y 1,55 y 1,70 para el marco alemán. Ayer, el dólar cotizó en torno a los 126 yenes y 1,69 marcos; es decir dentro de la banda prevista. Aparte del dólar, el comunicado incluye un nuevo compromiso de los siete países para "desarrollar, para su inclusión en la cesta de los indicadores existentes, el indicador de precios de materias primas como un instrumento analítico adicional". Esta referencia fue aceptada por el grupo a instan cias del secretario del Tesoro norteamericano, James Baker, que desea que el oro, como una materia prima más, desempeñe un cierto papel en los mecanismos de coordinación de las respectivas políticas económicas.

Así mismo, el comunicado responsabiliza, como es habitual en anteriores declaraciones del grupo, a los nuevos países industrializados asiáticos de parte de los desequilibrios comerciales que existen actualmente en la economía mundial y renueva el llamamiento para que procedan a abrir sus fronteras y permitan una revaluación de sus monedas. Por último, el comunicado reafirma el "apoyo total" a la actual estrategia caso por caso para la deuda externa y rechaza tajantemente las crecientes peticiones de los países deudores para que se condonen sus deudas, especialmente si las propuestas incluyen una transferencia de lós riesgos desde los bancos privados a las instituciones internacionales.

El aspecto más llamativo de la reunión de ayer del grupo de los siete, cuyos efectos sobre los mercados prácticamente ya estaban descontados, era sin duda alguna el inusitado optimismo que mostraban las declaraciones de los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de las siete naciones implicadas: Estados Unidos, Japón, República Federal Alemana, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá. A ese respecto el comunicado resalta el "interés común" para fortalecer las condiciones económicas actuales y la necesidad de mantener la tendencia de la economía hacia un crecimiento moderado y una baja inflación.

Mejor ambiente

El ministro alemán de Finanzas, Gerhard Stoltenberg, declaró que la reunión del grupo de los cinco, que precedió a la del G-7, se celebraba en unambiente "mucho más positivo que el que existía en el mes de octubre", cuando el índice del Dow Jones para valores industriales de la Bolsa de Nueva York perdió en la jornada del día 19 más de 500 puntos. "Para la RFA y los países industriales los datos que existen en estos momentos son mucho más brillantes que los que se esperaban en el último trimestre del pasado año", dijo.El ministro alemán declaró, poco antes del comienzo de ambas reuniones del G-5 y del G-7, que el Gobierno de Bonn se ha visto en la necesidad de revisar al alza sus previsiones de crecimiento para el año en curso que serán superiores al 2% de aumento del producto. Ayer, también, el Departamento de Comercio norteamericano indicó que el índice de ventas al por menor había expenmentado un crecimiento del 0,8% en el mes de marzo, dato que a juicio de los economistas norteamericanos confirma la tendencia alcista de la economía, contrariamente a las previsiones catastrofistas desatadas en algunos medios a raíz de el crash bursátil del mes de octubre.

El grupo de los siete analizó en su reunión el informe sobre previsiones económicas elaborado por analistas del Fondo Monetario Internacional. Este informe, que se hará público hoy, pronostica un crecimiento del 2,6% del producto nacional bruto del conjunto de los siete países industriales durante el año 1988, más de medio punto del previsto el pasado septiembre, con anterioridad al crash bursátil.

Mayor crecimiento

Para 1989, las previsiones son del 2,8% de crecimiento económico, muy cerca del 3,1 % registrado durante 1987. El informe rechaza también los temores sobre el recrudecimiento de las tensiones inflacionistas que podrían producir una economía apararentemente sobrecalentada.El compromiso del G-7 para mantener del dólar en sus cotizaciones actuales había sido rumoreado ya con varias fechas de anterioridad en los mercados de cambio.